Viva el cinema.
Estimado Eulalio Abollinaire estoy con los colmillos largos de la actuación que vas a dar en Granada.
Abrazos para Zicutan por lo que te toca.
Tocas también el guitarro.
Mu güeno eso.
http://www.guinga.com/index2.html
Remitente: Eulalio Abollinaire
C/ Godoy
Cavecanemia Ulterior o ultrauterina
Destinatario: Vladimir Mantero
C/ Silva
Cavecanemia Citerior o cistítica
Ilustración: Sobre acolchado de Eulalio Abollinaire
Texto piedra angular del puente entre las Cavecanemias
Ver: Espiral – Caviar Caspia – Charnegia Hill
Guinga, uno de los nuestros.
Como el laurel, gracias Stan Laurel, la Cavecanemia metida en todos los guisopos
Ilustración: Boletín de Escritores Extremeños
Poco aprendimos desde Godoy, Silva, Marillac hasta posteriores destinos: Carretera del Casar, Margallo Street…
Ilustración: Portada de un ejemplar grasiento y ahumado, con pátina, de “Cocina para pobres” de Alfredo Juderías.
La Biblia en verso del cocinilla cochinillo.
Ahora se me aparece con toda nitidez – “eramos una visión..”
Veo en viaje astro-temporal a la famélica panda marillaca haciendo tortillas de atún, de choro, omelette de patatera, caldo enriquecido de cachuela con fuagrás, cada día un suplicio gástrico preulceroso.
No había gas.
Se cocinaba bajo la inexistente falda de camilla, esto es, en brasero eléctrico con solo una resistencia ( monorrenal)
Expectantes ante el cuajaero de la tortilla saltaban los plomos. Qué más da! Un suculento revuelto con magro de lata.
Quien podía se iba a comer al Orense, un día señalado o a por un bocata jamón a La Perdiz o a por unas pelotillas al Jaipe.
Enganche total, por sonda, a los gazpachos de debajo los portales, 100 pelas el vaso de tubo más aguado que una gaseosa.
Mejor un ajoblanco que ponían para desayunar en un bareto por bajo Magisterio que levantaba a un muerto al ser engullido
Tras ver a los Storm y a los Valium 10 en Malpartida.
Otro manjar que elaborábamos en brasero monofásico era la perrunilla gorda con aceitunas – azituna – zicutunas machás.
Se molía pan durísimo, peñascal, de color durazno con martillos, piedras, tiestos hasta que quedase como pan rallado.
Añadíase azúcar, harina, restos lácteos caducifolios, anises a mansalva, canela, pimienta negra, eneldo del Conde Arnaldo Olinos...
Geranios, adelfas, aloe vera, aloe jerte, aloe jurdano y sustanciación secreta marillaca.
Amásese bien la mezcla.
A modelar en forma de tortilla o tortillón familiar-cavecanguelar.
Mijita aceite de mezcla pescado-carne-nga lo ke sea…
Con la masa al braserete…!
Joder.. ¡¡¡ qué bien olía aquella rebujiña vengo de Lugo...!!!
La forma de perrunilla gigante diluíase como duna de Tarifa quedando todo en leche migada o agua de borrajas, es decir, polvareda inmasticable.
C/ Godoy
Cavecanemia Ulterior o ultrauterina
Destinatario: Vladimir Mantero
C/ Silva
Cavecanemia Citerior o cistítica
Ilustración: Sobre acolchado de Eulalio Abollinaire
Texto piedra angular del puente entre las Cavecanemias
Ver: Espiral – Caviar Caspia – Charnegia Hill
Guinga, uno de los nuestros.
Como el laurel, gracias Stan Laurel, la Cavecanemia metida en todos los guisopos
Ilustración: Boletín de Escritores Extremeños
Poco aprendimos desde Godoy, Silva, Marillac hasta posteriores destinos: Carretera del Casar, Margallo Street…
Ilustración: Portada de un ejemplar grasiento y ahumado, con pátina, de “Cocina para pobres” de Alfredo Juderías.
La Biblia en verso del cocinilla cochinillo.
Ahora se me aparece con toda nitidez – “eramos una visión..”
Veo en viaje astro-temporal a la famélica panda marillaca haciendo tortillas de atún, de choro, omelette de patatera, caldo enriquecido de cachuela con fuagrás, cada día un suplicio gástrico preulceroso.
No había gas.
Se cocinaba bajo la inexistente falda de camilla, esto es, en brasero eléctrico con solo una resistencia ( monorrenal)
Expectantes ante el cuajaero de la tortilla saltaban los plomos. Qué más da! Un suculento revuelto con magro de lata.
Quien podía se iba a comer al Orense, un día señalado o a por un bocata jamón a La Perdiz o a por unas pelotillas al Jaipe.
Enganche total, por sonda, a los gazpachos de debajo los portales, 100 pelas el vaso de tubo más aguado que una gaseosa.
Mejor un ajoblanco que ponían para desayunar en un bareto por bajo Magisterio que levantaba a un muerto al ser engullido
Tras ver a los Storm y a los Valium 10 en Malpartida.
Otro manjar que elaborábamos en brasero monofásico era la perrunilla gorda con aceitunas – azituna – zicutunas machás.
Se molía pan durísimo, peñascal, de color durazno con martillos, piedras, tiestos hasta que quedase como pan rallado.
Añadíase azúcar, harina, restos lácteos caducifolios, anises a mansalva, canela, pimienta negra, eneldo del Conde Arnaldo Olinos...
Geranios, adelfas, aloe vera, aloe jerte, aloe jurdano y sustanciación secreta marillaca.
Amásese bien la mezcla.
A modelar en forma de tortilla o tortillón familiar-cavecanguelar.
Mijita aceite de mezcla pescado-carne-nga lo ke sea…
Con la masa al braserete…!
Joder.. ¡¡¡ qué bien olía aquella rebujiña vengo de Lugo...!!!
La forma de perrunilla gigante diluíase como duna de Tarifa quedando todo en leche migada o agua de borrajas, es decir, polvareda inmasticable.
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