En paralelo al arte, mi vida ha ido estrechamente ligada al cine. En Mérida, en los años setenta, recuerdo las iniciativas cinecluberas de Luis Argüello, Emilio Galavís, Máximo Pulido, que organizaban proyecciones y unos cine-forum a los que, junto con mi cuñado Manolo, asistí siendo casi un chaval. Pero los comentarios sobre cine se extendían a otros muchos ámbitos, incluyendo las cañas en la Plaza. Kubrick, Fellini, Woody Allen, Hitchcock, Berlanga y otros tantos genios marcaron mi primera juventud, y aún me veo en casa haciendo listas de mis pelis favoritas. Algo organizamos desde el Santulalia, y recuerdo en concreto la proyección de “El Espíritu de la Colmena”, aunque no en el propio centro, sino en el otro instituto cercano. Sería probablemente el año 78 o 79.
Ahora sólo asisto como mero espectador, pero en otros momentos estuve más implicado con iniciativas de distinto tipo. En Cáceres participé en el Aula de Cine de la Universidad, que durante cuatro o cinco temporadas, con Paco Sánchez Lomba o Ana González Salvador, estuvo recuperando un montón de películas estupendas. Hacíamos pequeños dípticos con la ficha y alguna crítica, y presentábamos las películas brevemente.
Asumí flimes como “La noche del cazador”, de Charles Laughton; “El beso de un extraño”, de Matthew Chapman; “Vidas rebeldes”, de John Huston; “El crepúsculo de los Dioses”, de Billy Wilder; “Suspense”, de Jack Clayton o “El rayo verde” de Eric Rohmer. ¿No está mal el plantel, no? Son todas magníficas.
En esos mediados de los ochenta íbamos una media de cuatro veces por semana al cine, en el Capitol, el Astoria, el Coliseum, el Gran Teatro, la Universidad Laboral, el Aula de la Caja de Extremadura, compaginando los estrenos comerciales con los que nosotros proponíamos. Fue una etapa fantástica, cuya intensidad ahora está mucho más amortiguada. Más recientemente, en otros ciclos he presentado pelis como "Los santos inocentes", "Pesadilla antes de Navidad" o "Fascinación". Alguna cosa también he publicado, como un estudio sobre Van Gogh visto por el cine, mezclando mis dos ámbitos de interés.
Pero en fin, corto, que estoy muy autobiográfico, y más que hablar de mí, en realidad quería hablar de otra persona.
Mi sobrino David Garrido Bazán tiene desde hace años una página de cine en Mérida, gestionada desde allí y volcada en sus inicios en facilitar horarios y hacer comentarios de los estrenos que se producían en la ciudad. Pasó por distintos portales-direcciones y hoy se puede localizar en:
http://cinemerida.blogspot.com/.
La relación de críticas que tiene ya hechas es inmensa. Con el tiempo ha ido asumiendo otras parcelas, y entre las actividades concretas está la organización del Festival de Cine Inédito de Mérida, que está siendo un auténtico éxito y supongo que alguno de los que nos lean y residan allí aprovecharon para disfrutar en el centro Alcazaba, con una selección estupenda de películas. Por mi parte, destacaría la sorprendente “Irina Palm”, que en la edición del año pasado me entusiasmó. El equipo, con Ángel Briz y él a la cabeza, está preparando una nueva edición que si procede anunciaré, pues merece la pena.
También con el tiempo la página de David ha ido adquiriendo una relevancia que supera el ámbito local. Su vinculación con el festival le ha permitido obtener acreditaciones para asistir a los grandes certámenes, y hace poco podíamos leer sus magníficas críticas desde San Sebastián, haciéndose fotos con Jonathan Denme o Cándida, y ahora ha comenzado a publicar las del festival de Valladolid. Muchas o algunas de esas pelis podremos verlas por aquí en un momento u otro, así que está muy bien para irse preparando.
No es una campaña de apoyo chovinista familiar, es que de verdad es un fiera, tiene muy buen criterio, escribe bien, fluido y entretenido, con su punto de ironía y humor, así que para los más próximos o los residentes en Mérida os lo recomiendo. Echadle un vistazo, Paquiño, Blaki, y si os gusta le podríamos crear un enlace, que yo no sé cómo se hace. Pace.
8 comentarios:
Wás noites, querido Mosesba:
He enreao un poco en configuración y he conseguido colocar el link del cine tan chulo de tu cuñáaaaáaaao.¿la vei visto?.. JA,JA
He aprovechado que el sumo rector estrá dando clases para cometer éste pequeño golpe de estado. Siempre conspirando tipo Catilinae.
Cine para todos.
Abrazos hasta próxima estación.
Mu bien puesto, Blas.
Pero ojo con lo que decimos: Ana González Salvador era la vecina de Santa Luisa de Marillac. Que no se locurra pasar por aquí.
Achhio, acccho..!!! Bórra éso, chiachio, yo no se ni kien cóño es... pero primero su novio o marido actual va a ir a pol Moi, que le cae más cerca y endiluego a por mi, que vivo en el Algarve y le cae más cerca que ir a por tí.
Yo no digo ná pero esto se lee mucho en el Convento de Sta. Luisa.
Que sea lo que Dior quiera..!!!
ohtia, ya no duermo...
Muchismas gracias. Ya se lo comentaré a mi sobrino cuando vuelva de Valladolid. Aún no sabe que estoy metido en esto del blog, así que será una buena excusa para confesarle esta doble vida oscura que llevo. ¡Viva el vino!, no, no es eso, ¡Viva Honduras!, tampoco, ¡Viva el cine!. Eso sí. Tito Moi.
Jo, qué telepáticos. Blaki y yo metiendo comentarios al mismo tiempo. No sus procupéis por lo de Ana, que no pienso decirle nada. Acaba de prejubilarse en la Universidad y voy a verla poco en adelante. Eso sí, tendrá mas tiempo libre...
Vale. Ahora me quedo más tranquilo.
Me imaginaba ya un trivnvirato:
Hanna, Degli Fèccatto y Priest intentando desbloggearnos y phostiarnos.
Recordad que esto se lee más en Las Galias que pakí, lo dijo Bollino.. ah no..!! era que a Zicután lo bailaban más en el Sur de Gabaccia que paká.
este cabrón de blog no me deja subir el vídeo de Kaleya. Aaaaggggg
El octavo comentario.
Ya, sosegado, no podía faltar.
Un número agusto.
Octavo Agusto.
Récord de comentarios.
Esto se extiende como laceite y al final Hanna nos coje por los webos...
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