.jpg)
.jpg)
Cacecanoas y aerostatos.
Con el auge de la popularidad de Cave Canem allende Ostende y otras fronteras, del carro solar prerromano como medio esencial de locomoción, pasóse a nuevos carruajes y embarcaciones.
La bajada del Guadiana en cavecanoas hasta el Atlántico, de allí a las costas africanas o las Cavecanarias si el viento no te empujaba hacia el Mar de los Sargazos.
Se cree que fue en aerostato como los primeros cavecanos llegaron a las ínsulas afortunadas o awistonianas, también denominadas aducadas o achesterfiladas.
Cave canoe:
http://s67.photobucket.com/albums/h300/Wilso38/?action=view¤t=Friends335.flv
Tras muchas pruebas y experimentos Zé Bermelho construyó el que habría de llevarnos con múltiples incidencias hasta nuestros destinos indagatorios.
Como ya veremos cuando estudiemos la estructura del glob aerostático cavecantamañano la cesta de esparto sólo permitía el acceso a media docena de gaieumbari – tambien podían subir un par de bragumbarias y algún animal de mascota precursor de Laika; en este caso se embarcó el gato maríllaco.
Al divisar esas ínsulas ignotas los cavecanos las denominaron según les evocaba sus caprichosos contorno.
Así, la que tenía forma de pez se denominó Blackbass Insulae.
A la que parecía un ave joven de corral que abluccionase lava denominósele Pollinae Insulinae.
Mons Mowëi Island llamose a una en forma de palmatoria.
A una menuda con volcanes escarpados se la bautizó como Carpincha Isolada.
Y así, sucesivamente a todos los trozos de terruño volcánico o roquedal se les puso nombre gaieoumbario.
La esquina de la concatedral con el Emperatriz fue el sitio exacto del affaire Fidel Priest. Lo recuerdo como si hubiera sucedido el siglo pasado.
Preparábanse los gaieumbari para ir de caldereta o de gira interterritorial a parajes helmánticos, algarvanos o cavecanarios.
En la otra esquina de la plaza, a la altura de la Bati,se erguía entre sultanas y merengues la esbelta figura del juglar Fidel Priest. Una barba de capra pyrennaica, coletas pelirrojas luengas, la siringa en el buche y a las espalda un morral de pellejo de zorra que pareciera envolver una tabularpa.
“Trailorá, laralíi, del bosque vengo de Rivendel
Lirolí, siringar..con mis flautas te he de encantar..” cantaba alegremente dando saltitos de gnomo.
Como un vigía que avista tierra, Laelius alzó la voz de alerta, alternado con silbos gomeros:
-“ Fidel Priest..!! Entona tu canto, que quiero abluccionar..!!”
Segurante refiriérase Pollinus a una hipotética sensación placentera de que te canten mientras te duchas.
Como quiera que se interprete la interpelación pollínica provocó en los presentes el síndrome hilarante refleja involuntaria condicionada, dicho en provenzal d,oc, la risa floja contagiosa en extremo.
Un cavecano rumió:
-“¿Cómo has podido implorarle al canto y a la tabularpiación si ese pizpireto sólo sabe insuflar siringas?
La hilaridad rebotaba en Ariza, en el Zeppelín, en los portales, en el consistorio produciendo una quadrophonía irrigante e irrisoria.
Niños jugando al aro o los platillos, viejos que blandían bastones y pendones, madres que tejían en los reposariums paralizaron al escuchar la llamada polifónica de Laelius Bollicus a los espíritus de la Cavecania reencontrada.
-“Fidel Priest, tañe la tabularpa que abluccióneme bien..!!” reberberaba el reberberecho..
-“Fidel Priest, tañe la tabularpa que abluccióneme bien..!!..repetía el eco sin cesar.
Moliard partíase por dentro con adusto gesto.
Meada de risa hallóse Silena.
Rosaura, que reventaba de ganas…esto le ponía una jartá.
Florencia, para una emergencia.
Al llegar a oidos de Fidel la llamada distorsionada hizo ademán de desenvolver de la pellica la tabularpa llegando a tañer con ella el apergio de la overtura de Onmadown de Mike Olfield erigiéndose de inmdiato el coro cavecano al polísono con el coro final de dicho LP.
“Bright a nine. Bright a please, and Goint me you understand..”
y guachi, guachi etc, por que esto último me lo he inventado.
Con el auge de la popularidad de Cave Canem allende Ostende y otras fronteras, del carro solar prerromano como medio esencial de locomoción, pasóse a nuevos carruajes y embarcaciones.
La bajada del Guadiana en cavecanoas hasta el Atlántico, de allí a las costas africanas o las Cavecanarias si el viento no te empujaba hacia el Mar de los Sargazos.
Se cree que fue en aerostato como los primeros cavecanos llegaron a las ínsulas afortunadas o awistonianas, también denominadas aducadas o achesterfiladas.
Cave canoe:
http://s67.photobucket.com/albums/h300/Wilso38/?action=view¤t=Friends335.flv
Tras muchas pruebas y experimentos Zé Bermelho construyó el que habría de llevarnos con múltiples incidencias hasta nuestros destinos indagatorios.
Como ya veremos cuando estudiemos la estructura del glob aerostático cavecantamañano la cesta de esparto sólo permitía el acceso a media docena de gaieumbari – tambien podían subir un par de bragumbarias y algún animal de mascota precursor de Laika; en este caso se embarcó el gato maríllaco.
Al divisar esas ínsulas ignotas los cavecanos las denominaron según les evocaba sus caprichosos contorno.
Así, la que tenía forma de pez se denominó Blackbass Insulae.
A la que parecía un ave joven de corral que abluccionase lava denominósele Pollinae Insulinae.
Mons Mowëi Island llamose a una en forma de palmatoria.
A una menuda con volcanes escarpados se la bautizó como Carpincha Isolada.
Y así, sucesivamente a todos los trozos de terruño volcánico o roquedal se les puso nombre gaieoumbario.
La esquina de la concatedral con el Emperatriz fue el sitio exacto del affaire Fidel Priest. Lo recuerdo como si hubiera sucedido el siglo pasado.
Preparábanse los gaieumbari para ir de caldereta o de gira interterritorial a parajes helmánticos, algarvanos o cavecanarios.
En la otra esquina de la plaza, a la altura de la Bati,se erguía entre sultanas y merengues la esbelta figura del juglar Fidel Priest. Una barba de capra pyrennaica, coletas pelirrojas luengas, la siringa en el buche y a las espalda un morral de pellejo de zorra que pareciera envolver una tabularpa.
“Trailorá, laralíi, del bosque vengo de Rivendel
Lirolí, siringar..con mis flautas te he de encantar..” cantaba alegremente dando saltitos de gnomo.
Como un vigía que avista tierra, Laelius alzó la voz de alerta, alternado con silbos gomeros:
-“ Fidel Priest..!! Entona tu canto, que quiero abluccionar..!!”
Segurante refiriérase Pollinus a una hipotética sensación placentera de que te canten mientras te duchas.
Como quiera que se interprete la interpelación pollínica provocó en los presentes el síndrome hilarante refleja involuntaria condicionada, dicho en provenzal d,oc, la risa floja contagiosa en extremo.
Un cavecano rumió:
-“¿Cómo has podido implorarle al canto y a la tabularpiación si ese pizpireto sólo sabe insuflar siringas?
La hilaridad rebotaba en Ariza, en el Zeppelín, en los portales, en el consistorio produciendo una quadrophonía irrigante e irrisoria.
Niños jugando al aro o los platillos, viejos que blandían bastones y pendones, madres que tejían en los reposariums paralizaron al escuchar la llamada polifónica de Laelius Bollicus a los espíritus de la Cavecania reencontrada.
-“Fidel Priest, tañe la tabularpa que abluccióneme bien..!!” reberberaba el reberberecho..
-“Fidel Priest, tañe la tabularpa que abluccióneme bien..!!..repetía el eco sin cesar.
Moliard partíase por dentro con adusto gesto.
Meada de risa hallóse Silena.
Rosaura, que reventaba de ganas…esto le ponía una jartá.
Florencia, para una emergencia.
Al llegar a oidos de Fidel la llamada distorsionada hizo ademán de desenvolver de la pellica la tabularpa llegando a tañer con ella el apergio de la overtura de Onmadown de Mike Olfield erigiéndose de inmdiato el coro cavecano al polísono con el coro final de dicho LP.
“Bright a nine. Bright a please, and Goint me you understand..”
y guachi, guachi etc, por que esto último me lo he inventado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario