Sobreviviremos

Toy liado con cosas del curro, pero no missing, sigo entrando a ratitos y viendo vuestras fecundas aportaciones. No tagobies, Blaki, por la pervivencia del blog ante este puente de bolos y ausencias que se avecina. Algo irá entrando, e incluso un poco de descanso no le vendrá mal, que el ritmo es agotador y no me da tiempo ni a seguiros. A este paso les vamos a colapsar la capacidad de memoria a los de Blogger.
A ver, apuntes recopilatorios diversos sobre algunas de las últimas entradas:
Buenísimo lo de “Paco y sus zicutancias”. Qué nivelazo.
Estupendo el tema de Pepe Suero, para inyectárselo vía intravenosa. Siempre me ha gustado y Blas me ha permitido recuperarlo, pues hacía mucho que no lo escuchaba.
En esa línea me encantan las “Tres notas para decir te quiero” de Vicente Amigo, que sin duda conocéis o quizás hayáis tocado. Para recordarlo, puede localizarse en You Tube aunque no sé cómo meter aquí el enlace.
Ahondando en los temitas flamenquiles con proyección, recordar que el citado “Entre dos aguas” de Paco de Lucía aparece en la última peli de Woody Allen, toda llena de tópicos, aunque la trama fluya bien.
Y siguiendo con bandas sonoras, comentar que en los títulos de credito finales de “Ché, el argentino”, suena Silvio Rodríguez cantando “Fusil contra fusil”.
Diré también que del Silvio (solo) sevillano al que alude Blas, (obsérvese la maestría en el enlace) más que su música recuerdo una entrevista en televisión, completamente mamao, aunque creo que ese era su estado natural. Lo recuerdo como un tipo ingenioso y pasao de todo, aunque no lo he seguido mucho.
Paco cuenta que tocó con Palpitación. Creo recordar una actuación de los Palpi en las pistas de tenis de Lolino, en Proserpina, un caluroso verano, allá por la Edad Media. ¿Me equivoco? Y creo recordar que entre el repertorio de los Creedence estaba el “Proud Mary”, con ese fantástico rasgueo inicial de guitarra que años ha hasta yo aprendí a tocar.
Y de ahora mismo, evocadores recuerdos infantiles y más noticias sobre los anales cavecanianos ¿qué más se puede pedir? Conseguiremos superar el puente deleitándonos con los detalles y su imperecedero recuerdo. Felices bolos.