Los ensayos comenzaron en el salón de actos del Santulalia, durante los recreos, que in illo tempore no había extraescolares. Pronto se puso de manifiesto que la tarea no iba a ser sencilla:
La escenografía planteaba muchas dificultades, puesto que se trataba de mover por el escenario a cuarenta personas, sin diálogos, sólo como imágenes de lo que declamaba el narrador. Decidimos recurrir a un experimentado teatrero, cuyo nombre no recuerdo.
Y los músicos no éramos capaces de encontrar muchas de las armonías que empleaban los quilapayunes. Alguien sugirió pedir ayuda a los hermanos Manchón, pianista uno, trompetista el otro, que estaban en el instituto. Pero yo tuve una idea mejor: llamar a mis amigos Blas Marchoso y Mike Goliardo. Vinieron, se unieron a nosotros y en dos minutos encontraron todo lo que faltaba, en el obrero pampino, en unámonos como hermanos, en vamos mujer, en no hay que ser pobre, amigo, es peligroso ... La música estaba resuelta. Es más, tal vez se pueda considerar a ésta como la primera formación de Cave Canem.
1 comentario:
Aquí tamién Tenti Solis Tarifa Paco, leyendo el blog, es la leche, con respecto a la Cantata el director se llamaba Angel y el profesor tan rojo q comenta Moises es Jesús Serrano, para mi: EL PROFESOR
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