Jazz en la Cavecania

Vuelvo a temas anteriores al del derrumbe.

Es cierto que la fuente de jazz (pronúnciese haz, con hache aspirada) más nutrida provino de Leandro Tamara, con sus discos de Grappelli y Kessel y todo lo demás, pero, para mí, el primer contacto tuvo lugar en la tele. Corría el año 78. Como había menos cadenas, veíamos todos lo mismo, por lo que, una mañana, la pregunta generalizada fue : ¿viste al viejino de anoche? El viejino en cuestión era Joe Pass, acompañando a Ella Fitgerald. Ahí empezó lo de las Maj7, huevo, semihuevo, cifrados y tal. Luego, las de Jobim, sacándolas de oreja. Hasta llegar a comprender que la armonía, como todo, es espiral. Además, lo de los acordes es como Falcon Crest, están todos enrrollaos: el que no es cuñao de uno es primo del otro y padre del de más allá.

 

La ligne droite sólo se la había oído a Barbara. Cómo nos hacían sufrir con Moustaki en el insti!! La del meteque, la del cartero, la del yardan de lomoquerblesé!! (croke ésta última la cantuvo la Galana en un festival saleso) Todas!! Y encima, a mí nunca ma gustao. Una profe que nos dio francés en COU me hizo coger un vicio de pronunciacion que me costó años quitarme. Fue con la del Facteur, que macuerdo.

O subo una del Brel, pa que no se os olvide. Ese sí.