Otro sobre acolchado atraviesa La Cavecania

Ls designios - siñoramas- del destino son inexorables, como los capítulos que la vida real nos ofrece.
Si los scripts de Relor dum sérèio, op. cit. se engrosaban conforme aparecían nuevas pruebas, aportes documetales, recortes de prensa, etc... lo mejor estaba por venir.
Ésa era la gran magia y sorpresa de una pseudo-novela tirada a la cubeta a las primeras de cambio, embestida en el primer concurso, inacabada, ilegible.
Estaba ahí, latente en la Stanttèria Maríllaca esperando destinatario.
Qué bella es la lengua castellana y a cuento de qué martirizar a nuesos lectores con perlas del phalve coloquial o el calbhe cultureta.
Insólita puerta adosada al arco.
Con relieve de cimación aumentando el misterio lálico, el contumaz entresijo de las redecillas, limbos y cuajarajos de la infancia y adolescencia gaeioumbara.
Avisó Mossesba San desde Cisjordania que se daguerrotipara toda acción escultórica, alto o bajo-relevante que hallásemos.
Pese a ser cognoscida en suma, no deja de sorprender.




Museo visigodo, a espaldas de los Sacrosantos Lugares del cognoscimento cavecano.







Curiosa cariátide, cimacio-cimborrio címbrica que adorna las alturas de una escuela centenaria.




En uno de estos carteles se gafía expresa de Lords XIV Ochociènnes, con arnés, mosquetón y polipasto.
No es casual encontrar tanto icono en un mismo callejeo de viernes.


















Pasaje bajo la arcada para augurar buena suerte, cual herradura gípsyca con céfala equina.




















Final del paseo con chorro de fuente nueva entre las calles Cava y Puente, otro paraje singular, lindando con paisajes urbanos báricos de nuesa experiencia base.
La reproducción representa a Anas en abrupta imagen de comix romanorvm.
Falta la parte intermedia con texto y el trozo izquierdo del dintel con otro muñeco imberbe diamado Barraeca, Albarregas pa las huestes del moro Muza.