Cáceres encendido

Cáceres está encendido. Esto que parece el reclamo para una campaña de captación de turismo sexuarl es una certera realidad, aunque poco tiene que ver con mensajes engañosos.
Este fin de semana se ha celebrado el Cáceres Urban Screens, que nos ha llenado Mnorba de colorines.



La gente se ha echado a la calle para contemplar un singular espectáculo. Mediante un sistema cuyos pormenores técnicos desconozco, se han iluminado varios edificios de la ciudad y el resultado es muy eficaz. Las luces encajan a la perfección con las aristas y elementos arquitectónicos y, sobre todo al Ayuntamiento le han sacado un tremendo partido. Imágenes en movimiento deambulaban por las fachadas recreando escenas artísticas, dibujos, fotografías, texturas y toda suerte de efectos especiales.

Como puede verse debajo, en la fachada de la iglesia de San Juan se proyectaban cuadros medievales y renacentistas de tema religioso. Me pareció reconocer el Triunfo de la muerte de Brueghel, El Bosco, Tiziano, Tintoretto y otros. >

Incluso pudimos ver moverse al Hombre vitruviano de Leonardo dentro de su círculo, hasta convertirse en un crucificado. >

Hasta la pequeña Leoncia dejaba por un momento de vender sus periódicos de bronce y volteaba su cabeza extrañada para contemplar el evento. >

La fachada de Santa María también fue iluminada con colorines varios, y aparecía de lo más Pop. Aunque con una de las imágenes se les fue la mano, pues entre los círculos rojos y la flechita parecía el anuncio de un buthiclub, pero en fin... >


Entre actuación y actuación. un reloj de péndulo con su maquinaria anunciaba el tiempo restante para el nuevo show. >

En la Plaza de San Jorge, la fachada de la Preciosa Sangre lucía de lo más espectacular, convertida en un gigantesco "flipper" pero sin delfín, "Pin-ball", o mejor "Pin-Wall", en el que discurría la batalla de San Jorge y el dragón. Una pasada, oiga.

Aunque lo más llamativo fue la variedad de soluciones aplicadas sobre la fachada del Ayuntamiento. Pongo algunas a continuación. La Plaza Mayor estaba a reventar en cada pase, y la verdad es que funcionaba muy bien. Consecutivamente íbamos viendo cómo cambiaba su aspecto, convirtiéndose en templo egipcio, campo medieval con diferentes oficios, frondoso vergel o templo maya. También un ladrón trepaba por un lateral y entraba por una de las ventanas, y unos esqueletos fumadores bailaban una danza macabra. Finalmente el Ayuntamiento ardía en llamas y culminaba con unos fuegos artificiales.

Por si faltaba algo, en la plaza de San Mateo, una discoteca improvisada al aire libre, permitía bailar y tomar copas en pleno recinto medieval. >

En definitiva, todo un aliciente para refrescar el marco incomparable y poner un pasito más en los actos que lleven a la ciudad a conseguir el casi imposible rango de capital cultural europea en 2016. Y también una buena excusa para revisitar nuestra city, salir y tomar algo en un ambiente de buen rollo, que tanta falta hace.

Como vemos, no sólo mañoburgo está de fiesta.