Desiderata

Quéjase Mow en anterior introito de la escasa adaptabilidad de Blogger a lo que él, en realidad, querría poner en su perfil. Y es verdad.
Lamentábase también hace unos días Shandy de los problemas que le planteaba un archivo de vídeo. Habbo le preguntaba cómo lo había resuelto.
Shirly, al igual que su antecesor Sher Vleydi, sigue batiéndose contra los espacios interfotales.
Yo me llevé el ordeñatador de vacaciones, con la esperanza de colarme en un hotel de los aledaños. Los muy ladinos tenían un wifi giratorio, que se iba y venía en períodos de diez segundos. Mosqueo me cogía K B quiba.

Veo, pues, estos días que la tecnología avanza, pero no se buscan soluciones a los verdaderos problemas, sino que se crea una solución y luego se busca qué problemas puede resolver. Se me ocurren muchos ejemplos: Las extraordinarias capacidades de los teléfonos (ya, ni los fijos tienen la ventaja de que siempre sabes donde están), o los DVD, los múltiples programas de lavadoras y lavavajillas, esas teles ultraplanas en las que se ve a la gente el doble de gorda y que repiten sin cesar las mismas sandeces que las otras teles. Cuando me compré el primer Mac que tuve, me hice también con un secuenciador. El vendedor, para mostrarme su potencial, me dijo:
-Mira, este comando invierte la melodía.
-Y eso qués, inquirí en mi ignorancia.
-Pues que toca la melodía al revés.
En un primer momento, sentíme desarmado ante tan increíble capacidad. No obstante, mi torpeza me hizo formular una pregunta:
-Y yo pa qué khônyo quiero tocar la melodía al revés?
Aún sigo esperando su respuesta.

Pero me paro, que voy a lo que voy.

Hay que reflexionar y pensar las cosas que verdaderamente hacen falta, para darle ideas a los tecnólogos.

Empiezo yo:

Un identificador de llamadas que diga, naturalmente, quién te llama pero, sobre todo, PARA QUÉ te llama. Imaginad qué gozada: es tu jefe, pa darte el cognazo; es Baia Thiorba, que si te quieres tomar unas cañas, ...
Un buscador de internet que identifique música silbándosela o tarareándola: tirorón tirorón tirorooríiiii, ¡la 40 de Mozart!, y así
Un localizador pa cuando no encuentras las gafas, como aquellos que había para los llaveros.
Algo pa que no se desafinen las guitarras, por lo menos, mientras estás encima del escenario.
Otro igual para las gaitas
Aires acondicionados que no saquen el calor a la calle
Un piloto automático para coches, que cuando volvemos a las tantas no quiere conducir nadie


Disculpad, pero es que aquí en Magnobourg hace un caló que te mueres y se me están derritiendo los sesos.
Y encima, hay un incendio al lao, que ha empezao por donde los militares. Cabrán hecho.

Biá B si comento algo pahí abajo