Homenaje flimmico

Me reincorporo tras larga ausencia, como vengo diciendo de golpe en los comments de últimos introitos.
Entre otras cosas de trabajo, me ha tenido ocupado una fiesta de despedida para dos queridos compañeros que se nos han prejubilado en la universidad y me han dejado desangelado, un poco huérfano, pues les aprecio mucho. Le he dedicado mucho tiempo al ordeñata, que es lo que me permitía mi convalecencia pinrélica ya superada.
Con un compañero “turco”, un genio sólo equiparable vosotros, nos embarcamos en la preparación de un trabajoso power point recreando una fotonovela-flim de una media hora inspirada por Blade Runner. Algún día, si procede, tengo que hablar del Turko, una de las mejores personas que conozco y de la que me precio ser su amigo.
En el montaje los hemos convertido en replicantes, en medio de una historia algo surrealista. Tiene introducción delirante, en un Cáceres 2019 apocalíptico y desesperado tras no conseguir la capitalidad cultural en el 2016, con una población embrutecida ante la supresión de la Facultad de Letras, y la necesidad de crear profes replicantes para ilustrar a las colonias de Marte. Los protas escapan y regresan a la tierra buscando su identidad, asumiendo personalidades y actividades diversas, mientras agentes de investigación especializados les siguen la pista (Deckard también se había prejubilado y hubo que recurrir a Torrente). Tiene incluso dos finales alternativos, uno para las salas comerciales, y un “montaje de los directores” mucho más singular. En fin, que nos lo hemos pasado pipa, aunque con muchas horas de dedicación. El resultado ha merecido la pena, aunque no es publicable aquí por las continuadas referencias personales.
Bueno, con las cavaciones espero reaparecer ya con asiduidad.