miércoles, 17 de septiembre de 2008

Sueltos del período bujeraico

Un concierto en la plaza toros. Anunciados Paul Warrior y más peña. Yo no fui. Más tarde me encuentro a Barrows. Me dice que también estuvo Silvio Rodríguez y que vio que en Madre usaba E7/G#. Otrosí, me habla de una canción sobre un negro que hacía cometas. Luego, Pepardo, que se acuerda de la melodía, me canta el estribillo: El papalote, cae, cae, cae, cae, cae.

 

Costumbre: cantar en rumba toda canción que cayera en nuestras guitarras. Paul Simon, Silvio, nadie se libró. Años más tarde, Celia Ledo me comenta que lo recuerda y que, en vista de cómo han ido las modas en la música, nos podíamos haber forrao. Contrito, respondo que no lo hacíamos con ese propósito. Lo nuestro era, fundamentalmente, afán desmitificador.


Aunque Bird no lo vea, el Bujero estaba ahí.  Creo que pertenecía a un tío de Do Mingues. Anteriormente, había sido tienda, por lo que tenía un escaparate grande. El sol penetraba despiadado, atroz, implacable. Lo que se denomina en la jerga científica "un sol de cojones". La puerta era la única ventilación. En el interior había otro habitáculo y una colchoneta.

 

Aparte A ver qué dicen Mike Goliard, Karl Pincho y los otros de lo de los bolos. Yo, lo que haga falta.

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