miércoles, 17 de septiembre de 2008

Dudas respecto a coincidencias de hechos. Reconocimiento de débito de loza y gastos reparación a cuenta de T-J 75.

Ahora que diserta Lalo Vlöhgh sobre ese concierto warriorense y sílvico no hago sino pensar si fue tras el famoso combate rural polo-pollináceo, dicho esto por no nombrar a la bicha, si fue el mismo día de acampada palomera u otro cuando henchido de felicidad y en gayumbos amarillos de algodón me subí al lavabo del cuarto de arriba - el auténtico columbar -, y, a la tercera nota ñigoñibal derrumbóse partiéndose en mil pedazos de loza añeja trayendo tras de sí media pared.
Ante la magnitud del estropicio me ví tupido de sonrojez y vergoña, si es que algún día la tuviérala, me sentí un randal tipo Mónica Chandall. Los allí presentes no daban crédito al derrumbe. Se les quedó la cara de "!Oooooosssssssstiaaaaaaaa...!". Bajé las escaleras como uno al que pillan in coito ergo sum queriendo volatilizarme.
Corrí, corrí y no paré.
Se oían como un eco los gritos de reprimenda de la dueña del paraiso ahora que era tal hospedaje rural.
Dí por concluida mi estancia en Paradise Now en la primera jornada.
Seguro que alguien me cogió a dedo en la cuesta de la cruz de La Albuera y me dejó cerca de la Plaja Toros. Muy probablemente pensé que si me había perdido el finde palomero segunda edición me merecía por méritos propios asistir a dicho concierto.
En efecto, allí me espeté confuso y ofuscado, mas en breve comenzaría a gozar in situ.
No es mi intención mezclar unos hechos con otros pero me parece remembrar que aparte de los citados por Maese Vlöhgg (Warrior y Silvano) regoznicéme con la presencia flamenca de J. Menese al cante, croke Pepe Habichuela al toque y cómo no Ana Bolena Y Victor Jardiel.

Medité sobre lo que se estaban perdiendo los chicos del columbatorio y sobre mi randalismo sin solución de continuidad.
Quizá me llamaba la atención comprobar que Bolena y Silvano eran gente menuda, más pequeñitos físicamente que como los imaginaba mais sus interpretaciones y creaciones henchiéronme de satisfacción y locura frenética. Estupendofreniqué en colores, sobre todo vermelhos, pos aquello no era otra cosa sino la fiesta del pecé.

Cedo a comunidad de bienes T-j 75 flamante lavabo, 8 ladrillos, saco cemento cola y 1/2 kilo de alquil.

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