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El grabado dentro del grabado.
Imagen fractal.
Tras una estancia prolongada en Manchuria y Cipango, el petrano San anadió al instrumento una séptima cuerda.
La llamó Zine, en homenaje a esas telas al viento que proyectábamos con zinc-exines en la Huerta de Otero, allá por los años ad-hoc lescentes zicucavemantecanos.
1 comentario:
Chísimas gracias, Blas. Eres un fenómeno. Lo guardaré con carigno.
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