lunes, 3 de noviembre de 2008

Trivium y quadrivium

De tanto en tanto, las gaeioumbari organizan combates que se presagian encarnizados: de un lado, los rockerii; del otro, los folkii (los progres parecen ignorar esta bárbara práctica): se reunirán en el columbar, con el objetivo de darse el mayor número de golpes posible. Cada uno de ellos se alinea en un bando, dándose casos curiosos, como el de Petrus Galenus, a quien no se conoce filiación teológica, pero que, no obstante, se pone sin vacilar del lado de los folkii. Es posible que le tenga inquina a algún rockeri, y planee forrarlo a hostias con esta excusa. Estos combates, largo tiempo fraguados, suelen acabar en agua de borrajas. O bien, como máximo, en una lucha entre un representante de cada clan.

 

Una vez concluido el estío, las costumbres de los gaeiumbari varían notablemente: en lugar de pasar todo el día en el exterior, se recluyen, durante buen número de horas, en unos establecimientos donde se instruyen en el trivium y el quadrivium. Hay tres distintos: uno, al que sólo asisten bragumbarae, ataviadas con kilt caledonios; otro, exclusivamente para gaeioumbari; y un tercero, mixto. Se diferencian en que en los dos primeros se enseña religión, y en el otro también. Bueno, la verdad es que no entendemos en qué se diferencian.

Durante sus horas libres, siguen tañendo la tabularpa y cantando, pero también incluyen otro entretenimiento:

Buscan un local grande y oscuro. En uno de sus extremos, instalan una gran tela blanca translúcida, detrás de la cual ubican una lámpara. Los más hábiles de entre ellos proyectan sombras con sus manos, simulando hombres, aves, demonios y todas las formas imaginables. Otros le prestan voz a estas sombras. Con este método, sencillo a la par que eficaz, inventan historias, dramas, comedias, que podrían emular a las de Esquilo y Aristófanes. Parece ser que este espectáculo procede de Catai (tal vez lo haya introducido Mosesba San), por lo que lo llaman “sombras chinescas” o “cinescas”. Para abreviar, cuando pretenden asistir como espectadores a una de estas funciones, dicen “vamos al chine” o “cine”.

3 comentarios:

O rei Wayavo I dijo...

Éso es escribir..!!!
Lees, te echas unas risas, comentas, te echas un pitillo, no, eso no, un cartón, relées lo leido,
meditas, rezas a Sancta Aetilia Braegumbvari bendita, te escojonas de nuevo y se te pasa la rexaka de la cúrdiga pretérita.
Ego mabsolvo pecatis cago.

Anónimo dijo...

Güenísimo, como siempre. Lo echaba de menos. Aute con sus peticiones cinéfilas empieza a estar satisfecho.
Acabo de ver de fondo en la tele a Mamen Mendizábal en BFN desde Chicago. Cómo me gusta esta señora, buf. Y sólo hablaba.

O rei Wayavo I dijo...

Por favor:
Necesito más crónicas, más cine, más bolos, más introitos high quality, más ilustraciones, más impresiones en seda de Cipango.
¿Al guien tiene un papelillo..???
Demasiao pa estos tiempos sin imaginación.
La nave va.
La bolsa cae.
Biba la bolssa nova...!!!