Mafalda al poder

Estaba comentando y elogiando en el introito previo la fantástica ocurrencia de Paco de ponerse la imagen de Felipe (yo quizás debería travestirme de Mafalda, aunque iba a quedar raro), e iba a meter un tercer comentario al hilo de lo de “¡Mafalda al poder!”, cuando me ha dado la vena y he decidido subirlo a introito, así, sobre la marcha, porque el contexto lo merece.
Matizaba que a un Manolito o una Susanita no los veo quizás como modelos, pero a Mafalda sí. Así que repito: “¡Mafalda al poder!”, de ministra de Obama. Ministra de igualdad social, Ministra de preocupación por los desfavorecidos, Ministra de reivindicaciones justas.
Esta mañana me levanté negro. "Cuando una mañana se despertó, Mossesba Sansa, después de un sueño agitado, se encontró en su cama transformado en… un espigado hombre negro."
Metamorfosis kafkiana. Ya sé que seguro las expectativas son demasiado grandes y las cosas al final no van a cambiar demasiado, o casi nada. Los yanquis seguirán siendo yanquis y a un sistema como el que tienen tampoco se le puede pedir que dé la vuelta de golpe. Pero al menos por fin se ha acabado la era Bush y es para celebrarlo. Seguro que lo que venga no será peor.
Demoledora la película que al inepto de George W. le ha dedicado Oliver Stone y que pasaron anoche por la 2. Paralela, aunque con lenguaje muy distinto, al tremendo y a la vez divertido documental “Fahrenheit 9/11” que hizo Michael Moore hace unos años y que explicaba cómo este tipo llegó al poder y organizó la guerra de Irak. Muy recomendable también en esa línea su otro documental “Bowling for Columbine”.
No es mi pretensión, ni por asomo, transformar el Glob en una plataforma política, sin duda no procede. Pero no siempre pasan cosas como la de ayer, y al menos un apunte sí merece. De ahí mi arranque concienciado-reivindicativo.
Bueno, a dormir, que soñar es gratis.