Sita una media legua más pallá del Barrio Bizcocho era la moderna opción de la trilogía rio - charca - piscina para enfriar nuestros picores adolescentes.
Cantábamos eso de:
"Flagolosina, mi rico helado
Del congelador lo saco congelado,,,"
En los ultramarinos se vendía el Saborino de Royal, que eran unos polvos de colores que se le echaban a la leche.
Sabía tanto a medicina que prohibieron su venta.
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