sábado, 6 de diciembre de 2008

Memdomça, el Africano

























Men Donga _ del afr. – Hombre docto

Mem Dozza – del castellano antiguo Homem dotado

Il Nécoro berberisco – nominativo bereber usado en Túnez

El Brichos –

Vidas de los Santos Padres Cavecanos – De res publicarum novarum

Si alguien aunaba la fuerza del liderazgo y el carisma aglutinador de almas ese era Fray Memdonça Il Necoro.
Piedra angular de la génesis cávica.
Hombre abierto al cruce y mixtura de la población gaieumbarii et brageumbara con las diversas étnias de la diáspora cavecana clásica.
Su tez morena, sus armoniosas proporciones musculares, su bella voz solista con personalidad arrolladora y arrulladora granjeáronle
Arquetípica y canónica fama.
Enamoró a todas las bragumbaras que salieránle al paso, encandiló con su bonhomía a ancianos y niños, y los mejores guerreros de la Cavecania
Scipionensis tomáronle como espejo e icono.
Personaje entrañable y recóndito como pocos. Su origen noble le enraiza con un pueblo berberisco de las montañas del Atlas, a su vez enajenado de costumbres y hábitos de los cientos de pueblos que lo arrasaron en las sucesivas oleadas migratorias hacia la burguesa Europa.
Si bien era el Czar Dinha fue comandante indiscutible durante la expansión africana, sobre todo en litigios marítimos, no fue sino Memdomça el que estableciera las directrices para una unión cavecana en el patio de la escuela.
Ambos navegantes contaron con la inestimable ayuda del proel Campurriano, que fumaba picadura.
Supo dar a cada alma gaieumba un trozo de imán como piedra preciosa formada en las canteras del Atlas en forma de trilobites y onix sphérico veteado.
Introdujo innovaciones en la gastronomía cava tales como el uso del jamón como alimento, y no como mera funda del tabularpa.
El gazpacho tomado no ya en cuencos de madera, sino bebido hasta el éxtasis en grandes orzas de barro.

Sustituyó el consumo de tabaco ( costumbre adoptada de Ivana Insulae) entre los moradores cavicos por la administración diaria al regimiento de unos pequeños rombos negros de regalíz
O hinojo que provocaban gran ardor frenético entre los suyos

Llegó al extremo su exacerbado donjuanismo que las bragumbaras disputáronselo en juegos de pelota.
De sus amoríos supe bastante pues actué como celestino, alcahuete, chinchorrero, alcandoro y mamporrero de él en multiples contubernios.
Aprovechéme en demasía y cuanto pude de este status y de tratar así, de primera mano, como consultor sentimental a innumerables damas candidatas
a tan apolíneo efebo.

Hacía uso el berberisco de barros, unguentos, pócimas y perfumes especiales importados de Oriente con los cuales trataba de mermar la proliferación de espinillas negras en su rostro. Sorprendíle en cierta ocasión con mascarilla de yema de webo tricapa abriéndome la puerta de su domicilio. Parecía un mimo con la cara amarilla sin apenas mover los labios rogándome:
-“¡Por favor, no me hagas reir!”

Fueron célebres sus frases pronunciadas en el fragor de batallas, lides, o al anexionar un poblado a La Cavecania africana.
Marcó furor la ya citada “Sujétadme las gafas” durante el affaire polus-pollináceo.
Al contemplar la abundancia y la riqueza de las piezas de un botín de campaña exclamaba:
-“¡Cómo se nota que aquí corren los dólares..!”… frotándose repetidamente los dedos gordo e índice de la mano derecha y del pie izquierdo.

A todos, al despedirse de sus huestes, al consolar a un herido, al retirarse de una taberna, al salir el sol, al ocaso.. aconsejaba escuetamente
-“Sé feliz”

Una de nuestras costumbres aprendidas de él era el paseo Cantulalia abajo. Comprar 5 duros de quisquillas, camarones o cangrejos.
En plena deglución de la masa interior cangrejil pinchándonos el cielo de la boca, exclamar:
-“¡Mira, el escaparate humano!” señalando el edificio del Liceo donde los viejos pegaban la ñata al vidrio, pero al revés que en “Cafetín de Buenos Aires”

Ya a la altura de Vadillo o la imprenta Pérez metíamonos como él una mano por el bolsillo roto del pantalón y palpándonos los cojones suavemente.
Una mano en el cucurucho de papel estraza con camarones o cangrejos y la otra en los güevos.
Exclamaba con cara de satisfacción:
-“¡Qué bien se va por Cantulalia con las manos en los güevos..!”- lanzándonos una sonrisa de complicidad.

Ya en el medievo y con categoría de fray, frecuentó los mayores asentamientos poblacionales del Lago Victoria, así como mejoró manifiestamente el funcionamiento de la cataratas del Niagra durante su mandato escipional.
Empedró los caminos escarpados de subida al Kilimanjaro colocando barandillas en sus aristas.
Popularizó el uso de coras, djembés y tabularpas en los confines más insospechados de La Cavecania.
El culto a Motherna, monoteísta se extendió sobremanera en detrimento al politeísmo de Zheppa y los Cavecaproni.
Durante su supremacía no llegó a extenderse el culto a Arremphe, que data de fechas posteriores.
Cruzó el Zambeze en cavecanoa por diversos flancos.
En concreto se gastó 15.000 flancos keniatas.

Se uniformó el gayumbo colorido.
Se mezcló el regaliz con el hinojo y el cilantro.
Combatió las plagas de langosta.
Consumió cigalas y langostas de Cabo Verde.
Descerrajó los barrotes de las cárceles de Liberia
Que sea la propia Nuña quien me escribe para conocerlo mas apenas gozo ya de su presencia, vuesa merced, trato de balbucearle mientras con artimañas la retengo.
Mientras escribo ésta exégesis pienso en la coincidencia espiraloidal – helicoidal de que los tres máximos escribas hayamos pensado a la vez en la santísima trinidad de Ylenias que conocemos, como si quisieramos dar esa denominación a una deidad cávica que aún nos falta de discernir y que rebota en nuestro pensamiento.
Mossesba San, el apóstata precisó que en la Cavecania arcaica era probable que hubiera una creencia en un ente transcendental de los olores y aromas.


Pasaron los años hispálicos y apenas nos vimos.

Se decantó Mendonça por entrevistarse con Averroes, Avogadro y más sabios que no recuerdo de la lejana Córdoba, que le instruyeron en el estudio de la mente y el cuerpo humano.
Introdujo en la Cavecania el Malambo, el Cayambe y el candombe.
Llegó a cartearse con Polsaimon, el cantamañana que cantaba con Cafrunkel.
Enviaba postales con juanolas.
Mantuvo anualmente festines y maitines con todas las etnias perimetrales a La Cavecania
Él nos hizo conocer a Dair Esrtic, a Lez Céplin, a Los Jú, a Yétero Tul,…

Moró largamente en un castillo de la costa andalusí donde por fin pude ir a visitarle.
Era aproximadamente 1985 para ser exactos.
El castillo no se veía desde la carretera. Se escondía en una falla del monte que daba al acantilado.
Ya en la torreta, la visión del Estrecho desde allí era inconmensurable.

Viajaba con mi quinta esposa.
Nos habíamos casado en Elvas hacía apenas unas horas.
Quería presentársela a Memdomça para que me diera la bendición y me otorgara libramiento de bienes.
Solicitele un salvoconducto para que Salvadora Pitusirgu visitara a sus familiares en el Chad.

En la farra de la primera noche en vez de té o hierbabuena, que era lo habitual, se bebió yintonic a espuertas.
Recorrimos las seis o siete fiestas, umpleaños , saraos que llevaba anotadas en la agenda.
Todas en amplios ranchos de la fértil vega sureña andalusí.

Me lo acabo de encontrar en calle Juan Pablo Corner, bocacalle de Cantulalia.
Nos abrazamos.
Parte esta noche para África.
Le digo que voy a publicar un artículo fantasioso y lleno de medias verdades sobre él pero con seudónimo para que no se note.
“_¡¿Qué nombre has puesto..??, inquirióme el aún apuesto crisoelefantino, arqueando sus blancas cejas.
_”Memdomça..” respondile.
Sorprendiese ante semejante perogrullada y mantuvo contrito el gesto de pensar para sí:
..”¡¡Cómo está éste muyayo..!!.” con acento cavecanario, pero no dicho, sino pensado muy interiormente
En definitiva, marcó paquete en una época tan maravillosa en lo real que aún ahora reverdecen floridas y englobadas las consecuencias.

Pese a no estar de cuerpo presente en glóbolos cavecanoros de suma importancia curricular para La Tabla del Jamón 75, su espíritu incorruptible, sus dones, sus dotes, sus dodotis, influyeron de manera clara en nuestro manierismo y savoir faire vocecitas.



11 comentarios:

O rei Wayavo I dijo...

Adjunto foto de familia con Nuña tras nuestro encuentro en las Iª Jornadas Globológicas del Perineo Euladislar.

De izqda. a dcha.:

Lalo - Nuña - Blaki - Mow

Parece que el Sidecar Snow TJ-75 fifona a las 1000 maravillas.

MOW dijo...

Menuda biografía/hagiografía cávica. Impresionante. Hace mucho mucho que no sé de él, salvo por las notas del Blog, y no sé casi si me recuerda, pero quiero pensar que sí. Me llaman. Tengo que releerlo más despacio. Vaya curre mnemónico.

O rei Wayavo I dijo...

...Esssee Mossessssssbaaaa..!!!

Me daba un poco de apuro hacer hagiografía y se lo comenté..

Aprovecho ahora que media España está en Marruecos (Memdomça, Bird, Carlino, Narreros...) y la otra media en Portugal...

yo voy agora a campo...

me llevo Olympus por si áca...

O rei Wayavo I dijo...

Es que se va a notar que MEMDOMÇA pueda referirse a Mendoza, LA verdad es que el trifonema o morsema se parece mucho y pué llevar a error garrafal...

MOW dijo...

Por su oportunidad, incluyo inicio y extracto de las "Cartas de color", de "Les Luthiers", en su espectáculo y disco: "Les Luthiers hacen muchas gracias de nada":

"Yo nací en el África, por eso mi piel es negra. Mi nombre es Oblongo, que en dialecto suagili quiere decir más largo que ancho. (...)
¿Dónde estará mi sobrino, Yogurtu U´nguee? Yogurtu era el joven más apuesto y mas hermoso de la tribu. Su piel era tan oscura que en la aldea le decían "el negro".
Su voz tenía la sonoridad del rugido del león, la calidez del ronquido de la pantera, la grave aspereza del bramar del bisonte... cantando era un animal."

Cesare Camestres dijo...

Inclínome ante la magnificiencia del introito mendomçino!! Prodigio de erudición y sensibilidad,

O rei Wayavo I dijo...

Yo lo iba a borrar por si viene de Africa pasado mañana y me fostia, aunque ése no es su estilo.
Me dijo el viernes po la mañana que leería el globb en el estituto onde travalha...
Qué corte si lo lee..
De toas maneras a lo mejor lo lee Pincho y se lo cuenta algún espumoso día.

Qué liante, jajajaajaj y
hahahahaahahha..!!!

O rei Wayavo I dijo...

Ya estoy elucubrando Magnánimo Introito Hagiográfico Mossesbo-Pollináceo, incluyendo desde primeros escarceos mosaicarum en Pisos Otero, pasando por veladas Parque Turismo, mencionando el día que me hice con el disco de Silvio.
Os acordás..??
Tenía una pegatina redonda que ponía:

CONTIENE "Días y flores".

O rei Wayavo I dijo...

sigo comentando en Introito Silvano-Pollinairense...
voy pallá....

MOW dijo...

Me iba pero no me he ido, y antes de irme vuelvo a meterme. Parece un polintroito.
Miedo me dás con las hagiografías, Blaki...
En una primera lectura del comentario sobre tu llegada con el disco por un momento te he imaginado a tí mismo, con la pegatina puesta, diciendo: "Contiene Días y flores". Gran contenedor.
Y enlazando con lo del contenedor me viene a la mente el chiste del tipo que llega a la bodega y pide doce litros de vino.
- Sí, señor, ¿ha traído usted el envase?
- Con él está usted hablando.

Cesare Camestres dijo...

Cojonudo el xiste.

¿Alguien ha visto algún disco de "Te doy una canción" en el que no vengan "días y flores" y "Santiago de Chile"?

¡Yo sí! hyagr, hyagr!