No somos nadie

“No somos nadie” es el título del programa diario de radio que entre 2002 y 2005 hacía Pablo Motos en M 80–Radio, en su etapa previa a “El hormiguero”. Contaba allí con los guionistas y colaboradores que luego dieron con él el salto a la TV en Cuatro.
Meto arriba foto del equipo, en el que están algunos nombres conocidos (falta Piedrahita), y otra a continuación en la que aparecen otros colaboradores excepcionales, como Juan Tamariz, que hacía trucos de magia por la radio, y Nuria Roca, que tenía ¡un consultorio sexual!

Algunas de las secciones y monólogos que Motos introdujo en aquel programa han sido recogidas en dos libros editados por Santillana en 2003 y 2005, en la misma serie que los de Luis Piedrahita, ya citados en mi anterior introito.
Son de nuevo esas “lecturas de cuarto de baño”, intrascendentes y frívolas, ya lo sé, pero que puedes abrir por cualquier página para encontrar algo que despierte una sonrisa.
En esta entrada incluyo algunos parrafitos extraídos de los monólogos, y dejo para un segundo momento lo que a mí más me gusta, que son las “dudas existenciales”. Aquí van algunas cosillas.



Yo creo que en los hospitales sólo hay dos o tres médicos; el resto es gente disfrazada que entra de la calle y se dedica a putear a los pobres enfermos para pasárselo bien. Por eso las enfermeras no te encuentran la vena.

Los padres son unos superhéroes que están siempre fuera, hasta que un día se jubilan, pierden sus superpoderes y se quedan en casa paseando en calzoncillos. Hay que ver qué gusto le cogen a los calzoncillos. Que vuelves una noche de marcha, oyes un ruido en la cocina y te ves a tu padre con los pelos revueltos, el calzoncillo bailón y dices: “¡Anda, Gandhi en la nevera! ¿Pero tú no estabas en huelga de hambre?”

Todo el mundo ha tenido una infancia, pero ¿Y Freud? ¿Cómo sería la infancia de Freud? Su madre gritándole: “¡A la cama!. Y Freud: “¿Cama? ¿En qué estabas pensando? ¿Quizá en algún deseo reprimido y oculto?” (…) ¿Y Einstein? “Albertito, ¿te has portado bien?” “Pues… sí… relativamente”.

Normalmente, nos levantamos hinchados como pelotas de playa. Enciendes la luz y duele, y se te quedan los ojos tan cerrados que pareces un chino. Y no se queda ahí la cosa, porque, si te fijas, tienes todos los orificios taponados: no oyes bien, no puedes hablar… Sin embargo, el culo funciona estupendamente. La verdad es que por la mañana te tiras unos pedos estupendos. Debe de ser que el culo se despierta un rato antes, para estar en forma.

Hay imágenes televisivas que repiten todos los años pero que en realidad sólo grabaron una vez: el Papá Noel auténtico que vive en Laponia, la feria robótica de Japón con unos robotitos que juegan al fútbol, la “tomatina” de Buñol, el maratón de Nueva York, el encendido del árbol de Navidad de Central Park… y hay también otra imagen que nos enseñan en todos los puentes: la de la gente en la playa, donde siempre hay un top less… ¡Siempre! No se ha dado el caso de que no se vean tetas. Una vez un becario hizo el reportaje sin tetas y lo echaron, y ahora es un mendigo…

Jesucristo era un superhéroe. Sí, como Superman. Todo cuadra: los dos tienen un padre en el Cielo que es superpoderoso y se les aparece de vez en cuando. Los dos tienen un punto débil, a uno le afecta la kriptonita, y al otro, los clavos. Y la prueba irrefutable de que Jesucristo era un superhéroe es una característica común a todos los superhéroes: tenía los abdominales supermarcados.

Los Juegos Olímpicos están muy bien, pero le han copiado el logotipo a Audi, que tontos no somos…

Las pelis de género siempre acaban igual. En las de tipo Aliens o Critters se da el conocido como “final del huevo”, porque cuando todo parece acabado, en algún rincón aparece un huevo. En las pelis de acción, al último malo se lo mata siempre con algo mecánico. Y en las pelis de miedo, cuando ya está todo resuelto, de repente uno de los protagonistas se queda mirando a la cámara con cara rara… ¡Chan Chan! Y acaba la película, que, claro, tú te quedas: “A lo mejor es que iba a estornudar nada más, pero a ver, ya te dejan con la intriga”. Por último están las pelis de amor. Éstas acaban siempre con que gana Meg Ryan.

Johnny Depp se ha comprado una isla desierta. Se comenta que estaba entre la isla desierta y un iceberg. Al final se decantó por la isla porque decía que tenía que pagar por todo el iceberg pero sólo le daban la punta.

Según científicos españoles, la primera palabra que aprendió a decir el homínido fue “no”. Tal vez de ahí que a los porteros de las discotecas los llamen “gorilas”. Al principio tuvieron muchos problemas, pues como sólo sabían decir “no”, para ligar lo pasaban fatal. Iba un mono, le pedía rollo a una mona y ésta le decía: “No”, Y claro, se deprimían un montón. Más tarde se descubriría que cuando las monas dicen “no” en realidad quieren decir “sí”.

En las pelis de vampiros hay muchos mitos, aunque sí es verdad lo de las estacas. Tú le clavas una estaca a un vampiro y se muere. Nos ha jodido. Y a tu padre, y a un perro y a cualquiera…

La gente es muy ingenua defendiendo tanto la primavera. Te dicen que tienes que ir al Valle del Jerte a ver los almendros en flor, que es un espectáculo único… Hombre, único… es todos los años. Y lo sacan en el telediario. Yo creo que la primavera es un invento de las farmacias que nos atacan con polen desde unas avionetas.

Cuando un niño se cae, su madre corre a abrazarlo hasta que lo asfixia y se calla. La gente piensa que los niños se callan por el amor de la madre. No, es por la falta de oxígeno.

Para dar cierta variedad a vuestra vida sexual os propongo un nuevo juego, llamado “Gorilas en la niebla”: Poned cien o doscientos palitos de incienso en la habitación hasta que no se vea nada. Después, entráis por turnos y tenéis que encontraros en la niebla… Cuando os encontréis, os hará tanta ilusión que haréis el amor como gorilas.