sábado, 28 de febrero de 2009

Kaelönius Moon: Jazz Dancing - Wãïddh-Ana III





Nueva entrega de la Saga Wãïddh.
Incluye salutación y danza clueca/cloaca




Quelonios tropicales en La Cavenia

































































































































































































Estimados amigos




Adelanto en el tiempo éste documental que apenas he revisado, que muy posiblemente carezca de valor artístico pero es para la Cavecania un documento de impresionante valía, pues hace coincidir de modo aléphico dos de mis tres últimos Master-Capricces de éste último año y medio.Los Quelonios, las tortugas cuyo comportamiento estudié exhaustívamente, la Ibanez Coustom y el al-kayakismo por último.

De forma mágica, cual Album Maga "Vida y Color", mientras filmaba la carrera, visitó la orilla algo que en un principio parecía un galápago.

Era una tortuga, pero para mí que es tropical.


Estaba ciega.

Un hombre que al parecer entendía de quelonios iba a avisar por si la hubieran introducido o alguien se ha cansado de ella y la ha echado al rio.

Muestro éstas primeras imágenes que de seguro darán la vuelta al mundo.

Lo mismo es de río.

A mi no me lo parece.

Pesaba lo menos 6 kilos. Por el colorido tan vistoso parece tropical o africana.Yo he visto alguna que otra vez galápagos y no se parecían a ésta.

Si sabéis algo del tema, no dudéis en exponerlo.

Javo, la darbuka está en Astilleros Cavecanos S. Ltda. - Coustomización Darbukka Tipo Camela en Llama - Hoy, pese a lluvia, hay Campeonato de Piragü..

Asín na quedão la darbukkkkka depois da coustomized.
La iba a pintar de cuadros pero no encontraba cartabón masón.
Tambi,en pega con la camiseta de fuego que me regalaste en el primer glóbolo que fuimos juntos con el Bucefalación....


Me pongo el pseudo-preno, que los palistas salen manque hayga tormenta.
Si hay rayos, los que tengan palas de carbono, la mía no lo es, no salen, pues el carbono atrae los rayos.
Viba el Rayo Cavecano pues.
Os recuerdo:
Campeonato desde las 11 a las 13,30...En el Wãïddh-Ana.
Os espero en el rio...
Ésto es mariaweblloso, como bien dice nuestro bien amado Mossesba el Shan, impresor cipangués.


ése Shandi,,,!!!

ése Moui..

ése Vidorco..mi cuniaui de Sibvigliia..
ésa Xhú...

ése Veerd..

eé Shulálio...

Akí va el DARBUKA AL-Mãrïtromp





viernes, 27 de febrero de 2009

Bbaejtokndihá - 1

Alguien me lan biao y lo tenía pahí...

Croke pega con la foto d,Ulalio en la niebla.

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Un pequeño inciso, quen la intro anterior ya no se cabe


Hoy las ciencias adelantan ques una barbaridad

jueves, 26 de febrero de 2009

Córdoba, los amigos y el Jazz Café


Paco Díaz, José Luis y el que suscribe somos amigos desde que nací yo, que soy el más joven. Nos vemos poco, mucho menos de lo que querríamos. Muy de vez en cuando, hacemos un viajecito juntos.
Aquí se nos ve a los tres. Croke estábmos en Siruela. En la parte de abajo, afoto de otro viaje, al que vino también Celia Ledo. A la derecha está. La que está entre José Luis y yo parece Ladde Quadros, pero no es.

Paco nos ha recordado que nuestros catorce años están asociados a un comediscos en el que sonaba continuamente esta canción de Elton John 
¿No os acordáis de cómo salía en Tommy? Qué pinta

Este gúiken, contrariamente a lo que sostienen los nefandos DuFoie & Priest, lo hemos pasado fundamentalmente en el bar de José Luis escuchando la excelente música que pone, cascando y bebiendo. Además, Jose nos llevó a un bar (no macuerdo cómo se llama) donde ponen unas patatas exquisitas.





O sea que ni lujuria, ni Hessa Thía Empelotte, ni ná de lo que sanda diciendo. Pienso de ponel-les una querella, copón ya.

 
En el Jazz Café, los miércoles actúan grupos jazzeros buenísimos. Y los martes hay Jam Session.
Deberíamos acercarnos algún día. 
Éste que toca aquí es Rafa, trombonista en la orquesta de Córdoba.  Este sábado estuvo copeando con nosotros, ques colega de Jose.


El colmo: Javo de Shandy



Me las acaba de enviar en Super-Habbato.
Desdaquí le dejeamos una pronta recuperación y fulgurante vuelta a ésta Xhú Tabla.
Xpelotación total.
Colmo de los colmos.

miércoles, 25 de febrero de 2009

CANDYDOBEMOL X 2






De esta gujisa se presento la srta. Armeña Ani_Malota el sabado carnavalero.



Mientras Javo Jabato peleaba por tan merecio trtiunfo nusotros haciamos el ganso por los bares meridianos.



martes, 24 de febrero de 2009

El neopreno, de prena actualidad


Aunque con retraso sobre lo anunciado, aquí va el introito prometido.
El jueves pasado, en la Sala de Arte El Brocense de Cáceres, inauguramos una exposición de Adrián García, un artista que trabaja en Madrid, y junto a otras obras exponía el proyecto “Marineris”, que traigo aquí en homenaje a nuestro Kajakero mayor, y a Javo, que parece que también le da al asunto.
Andaba Blaki como un descosío, nunca mejor dicho, cosiéndose aditamentos para la piragua de Guillermo Cubillo con materiales impermeables del más diverso tipo, tal como nos ha venido relatando en anteriores introitos.



Pero seguro que no había caído en la cuenta de que el neopreno con el que se fabrican los trajes de submarinista y navegadores varios podría tener usos tan insospechados. Adrián nos ofreció para la Sala un proyecto que había presentado ya en Toledo hace un año, pero que nos gustó mucho por lo brillante de la idea y la presentación, así que en el comité lo aceptamos sin dudar y ya puede verse en la Sala hasta primeros de marzo.






Con mucha ironía ha creado estos ajustados trajes de neopreno para animales marinos. Sólo subo algunos y una muestra del montaje de los mismos que hizo en Toledo, sacados de su web porque aún no he podido hacer fotos en nuestra sala. Llevan sus cremalleras y logotipo; van colgados del techo, como los trofeos de pesca, y miden de 1,50 a 2 metros cada uno. Ha hecho trajes para el delfín, la beluga, la manta diablo, el pez espada, el pez martillo, etc., y no faltan tampoco los más temidos por Blaki en sus peripecias marineras: el cocodrilo, el kraken y el tiburón, del que ha sufrido ya algún ataque, como sabemos.

Con una apariencia benevolente (los bichos no pasarían frío, se supone, con estas prendas), puede verse que en realidad serían trampas mortales y hay en estas obras toda una carga de profundidad sobre nuestra visión antropocéntrica del mundo, que nos lleva a amoldar la naturaleza a nuestra imagen.
Bueno, sin querer buscarle tampoco cuestiones demasiado trascendentes, no me negaréis que la idea es buena y sorprendente, y muy apropiada para la intensa actualidad marinera (fluvial y lacustre) de nuestra tabla jamonera.







¡Ah! Y enmarcado en otra serie, presenta también un “Impermeable para naranjos” que es una pasada.

De interés tabular - Meteoritos y Arqueología

Permitidme que reproduzca dos correos recién llegados a nuestra redacción.
Uno referente a un meteorito ca caío en Mnorba y otro de arqueología que posiblemente le interese al Habbo Laureado. Los envía desde Vhad - Ahö mi psovri Mnereïdd. Paice que dicen algo de phalbar en balphe.

Ahí van:



Anda que como le hubiera caido a alguien en la cabeza...‏

Sociedad
que cayó en julio pasado
Buscan en el norte de Cáceres restos de un cometa
Al entrar en la atmósfera terrestre, en julio pasado, era una masa de hielo y roca de unas 200 toneladas. Será la primera vez que los científicos recuperan este tipo de cuerpo celeste
Imagen de un meteorito subatado en Londeres en 1998./HOY
Una expedición de científicos, encabezada por miembros de la Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos, rastrearán el norte de Cáceres en abril para localizar el primer fragmento de cometa que recuperaría el hombre, un cuerpo que se pensaba impactó en julio de 2008 en Béjar (Salamanca), pero que puede estar en Extremadura .El profesor de Cosmoquímica de la Universidad de Huelva, José María Madiedo, ha explicado que, aunque el bólido cayó sobre tierras salmantinas, su cercanía con Extremadura -a 10 kilómetros- y la dirección norte-sur que llevaba hacen que sea «muy probable» que se encuentre en Cáceres. Será la segunda expedición que los expertos realizan en territorio extremeño en busca del cuerpo celeste, después de la que realizaron sin éxito meses atrás en comarca de Las Hurdes. En el momento de alcanzar la corteza terrestre, el cometa tenía masa de dos toneladas de las que se prevé que, por la enorme fricción que sufrió en contacto con la atmósfera, haya sobrevivido un 10%.Las búsqueda, que se realizará sobre toda la franja septentrional extremeña, contará con científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y profesores de las universidades de Santiago de Compostela, Valencia, la Complutense de Madrid y la Politécnica de Cataluña. Su principal obstáculo, según Madiedo, será la orográfica del terreno y la densa vegetación que presenta el norte de Cáceres.Los medios técnicos del observatorio del Centro Internacional de Estudios y Convenciones Ecológicas y Medioambientales que la Universidad onubense posee en Matalascañas han determinado que dicho meteorito procede del Cometa Metcalf, que se desintegró en el sistema solar en 1920. En caso de encontrarse, ha explicado, representaría el primer fragmento de estas rocas que orbitan alrededor del sol que recuperaría el hombre en su historia. Hasta ahora, los científicos sólo habían recuperado asteroides, objetos rocosos «mucho» más consistentes que, por su propia composición, sobrepasan la corteza planetaria y llegan al suelo.Los cometas, sin embargo, se componen de roca y hielo, un compuesto más vulnerable que favorece su desintegración en contacto con la atmósfera. En el proceso de combustión, estos cuerpos dejan a su paso un halo de luz conocido como «estrella fugaz». Madiedo ha subrayado aportaría datos muy importantes sobre la composición del Sistema Solar e, incluso, de la propia formación de la Tierra y el nacimiento de la vida en el planeta azul.Desde el observatorio onubense se registran todos los movimientos espaciales producidos en un radio de 600 km, lo que incluye la mitad de la Península. En el caso de Extremadura existen tres cámaras diurnas y otras cuatro nocturnas que registran de manera constante cualquier tipo de fenómeno espacial.De los 27 meteoritos registrados en la historia de España, dos de ellos han caído en Extremadura , uno en julio de 1892 en Guareña y otro en Olivenza en junio de 1924.El cometa sería el tercero, aunque, por su composición propia, sería el más importante.
ntonionorbano.blogspot.com/search/label/Romaun blog con entradas sobre arqueología romana. Es curioso sobre todo por las menciones que hace de Extremadura.
Balbo, el ladrón
Al leer la siguiente noticia, no he podido evitar que una sonrisa me asomara entre los labios, sobre todo porque su contenido encierra una sutil ironía. Resulta que en el transcurso de las excavaciones que se están realizando en el teatro romano de Cádiz, con motivo de la construcción de un centro de interpretación, se ha descubierto una placa de mármol en la que aparece inscrito un graffiti con el siguiente mensaje: «Balbo, ladrón» (Latro, Balbe).

Para los arqueólogos no cabe duda de que el insulto --o la definición, según se entienda-- estaría dirigido a Lucio Cornelio Balbo el Menor, miembro de la distinguida familia gaditana de los Balbo, que además fue el promotor de la construcción del teatro donde se ha localizado el mencionado graffiti. No nos cuesta mucho imaginar que en aquellos tiempos, como en la actualidad, los casos de corrupción ligados al ladrillo estaban a la orden del día. Un ciudadano decidió entonces dejar plasmada su denuncia de manera imperecedera, grabada con un punzón en los asientos donde posiblemente se sentara este ilustre senador y procónsul. Veinte siglos después, la noticia del hallazgo ha sido publicada con profusión en los siguientes medios digitales:La Voz Digital (30/01/2009)Diario de Cádiz (31/01/2009)20 minutos (31/01/2009)El País (31/01/2009)Un estudio más exhaustivo del descubrimiento nos los ofrece el blog de Terrae Antiqvae.

Lo más gracioso de todo es que el tal Lucio Cornelio Balbo el Menor, al que un anónimo acusara de ladrón, también es conocido por ser patrono de la antigua Colonia Norba Caesarina, es decir, la actual ciudad de Cáceres; según reza otra inscripción aparecida en 1931 durante las obras de demolición del antiguo mercadillo, y que desde entonces se encuentra en el despacho del alcalde. ¡Qué crueles e inoportunas pueden resultar algunas coincidencias! Parece como si la mala fama se empeñara en desmontar la supuesta sinceridad y honradez de nuestros representantes municipales.
Escrito por Antonio Norbano a las 0:45 0 comentarios
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miércoles 21 de enero de 2009
Evidencias romanas en la Ribera del Marco
La semana pasada, el periódico HOY se hacía eco de las declaraciones del presidente de la Asociación de Amigos de la Vía de la Plata de Cáceres, que proponía a la autoridades que se recupere y ponga en valor, además de la riqueza medioambiental, el importante patrimonio geológico y arqueológico que se encuentra en el entorno de la Ribera del Marco.En la noticia se apuntaba la existencia de restos arqueológicos, concretamente de época romana, que son a los que vamos comentar en esta entrada y cuyos hallazgos trataremos de explicar y resumir.Pero antes de entrar en materia, conviene señalar que el denominado Arroyo del Marco se nos presenta en toda su extensión como una corriente continua de agua que discurre por una vega fértil, que sumado a unas idóneas condiciones geológicas, propició desde la más remota antigüedad el asentamiento de poblaciones humanas en torno al cauce. Por tanto, no es de extrañar que los primeros indicios de la presencia de primitivos grupos de cazadores-recolectores en las inmediaciones de la ciudad de Cáceres aparezcan precisamente en este entorno (Cueva de Maltravieso, Cueva del Conejar…). Se puede afirmar que la ribera es la principal fuente de recursos con el que contó la ciudad desde sus orígenes, pues como se suele decir: donde hay agua, hay vida.

Charca del Marco, donde nace el arroyo del mismo nombre.

Dejando aparte la explicación de las especiales condiciones geomorfólogicas de la Ribera, asunto en el que no soy experto, y que además se puede consultar en páginas más especializadas, como la de mi compañero y amigo, el profesor de geología Juan Gil; consideramos que en época romana esta abundancia de agua y recursos fue decisiva para que en sus orillas del se asentara de manera definitiva la población. A continuación pasaremos a considerar en distintos puntos las huellas de este pasado romano en la Ribera:1. La calzada romana a su paso por la Ribera.Actualmente se asume sin discusión que la calzada romana comúnmente conocida como Vía de la Plata (iter ab Emerita Asturicam) debería coincidir con la actual Ronda de San Francisco, que desde siempre fue el camino natural para dirigirse a Mérida. J. Sanguino describía así su recorrido antes de entrar en la ciudad, paralelo a la Ribera del Marco:Mucho más acá quedan aún las líneas del empedrado que limitaban la caja, y medido de una a otra he hallado seis metros. La dirección que trae este carril hasta llegar a la carretera de San Francisco hace presumible que la calzada, llegando al Calerizo, siguiera por lo que hoy es “Cerca de San Jorge”, donde debía de doblarse para seguir con cierto paralelismo a la antedicha carretera, pues junto al puente de la carretera y desagües de la cerca, más acá y contiguo a la tapia se advierte el empedrado como si saliera de la finca. También se ve entre la carretera y la pared del olivar del Espíritu Santo (antiguo cementerio) y continuaba tomando la parte alta de la carretera de San Francisco, entre los álamos de estas y campo actual de la feria, vía que ha seguido siendo muy frecuentada hasta nuestros días, en que llegó a estropearse de tal modo por el tránsito, que los carros fueron desviando el carril, metiéndose por aquellas tierras que son del Marqués de Castro Serna. En toda esa parte apenas se adivina ya el firme de la calzada.Piensa mi amigo D. Vicente Paredes que ésta, al llegar a Cáceres, tomaba por la calle de Mira al Río, donde se encuentra edificada sobre un peñasco la antigua ermita de San Marcos, que fue antes sacelo romano, y desde allí iba recta a la Puerta del Río (Arco del Cristo) y seguía el rodeo de la muralla por la calle de Caleros (…).Desde aquí la calzada descendía hacia el barrio de San Blas y el actual cementerio, para encaminar su trazado --fácilmente identificable gracias a la fotografía aérea-- en dirección al Casar de Cáceres.En mayo del 2007, en el transcurso de unas obras de canalización en la citada Ronda de San Francisco, a la altura de la conocida como Huerta del Conde, se descubrió un tramo de la calzada. Aunque el arqueólogo que supervisó la zanja opinaba que, efectivamente, se trataba de la vía romana; desde la Dirección General de Patrimonio se concluyó que los restos encontrados pertenecían a un camino, quizá del siglo XVI. En aquellos días, la prensa local dedicó varios artículos a valorar el curso y el resultado de las excavaciones:- «Las obras en la Ribera del Marco dejan al descubierto un camino histórico» (HOY, 14/03/2007)- «Los arqueólogos analizan restos de un camino histórico» (El Periódico Extremadura, 15/03/2007)

- Isaac Moreno Gallo, experto europeo en calzadas romanas: :«En el camino que se ha descubierto en Cáceres está la vía romana de la Plata» (HOY, 24/03/2007)
- «El arqueólogo de la obra de San Francisco estima que hay restos de la Vía de la Plata» (El Periódico Extremadura, 27/03/2007)- «Cultura duda que los restos de San Francisco sean de la Vía de la Plata» (El Periódico Extremadura, 29/03/2007)

Otro testimonio importante que nos señala que el trazado de la calzada discurría paralelo a la ribera es la existencia de abundante material epigráfico, que analizaremos a continuación, así como el descubrimiento de un miliario, empotrado en la base del muro de una presa, situado detrás de la Casa-Museo Pedrilla. Aunque en su momento se denunció su hallazgo en la prensa, desde un tiempo a esta parte el miliario no se encuentra en este lugar y desconocemos notica alguna sobre su paredero. Su desaparición supone una pérdida irremplazable, pues en la superficie del miliario, embutida en la pared, como puede apreciarse en la fotografía, es posible que estuviese inscrito el número de millas. Si se hubiera podido confirmar, en el mismo tendría que aparecer marcada la milla XLV, que es la distancia a la que se encuentra este tramo de la calzada desde que parte de Mérida.

(Foto: Juan Gil)
El Itinerario de Antonino señalaba una de las mansio de la vía romana en Castris Caecilis, a XLVI millas exactas de Emerita, distancia que se cumple aproximadamente en el entorno del actual barrio de San Blas. Al respecto, tampoco expondremos aquí la polémica surgida a raíz de este dato, sobre la posible identificación del campamento de Cáceres el Viejo con Castra Caecilia, asunto que nos reservamos para futuras entradas.2. Epigrafía romana.Es conocido que los romanos acostumbraban a situar sus necrópolis en las afueras de las poblaciones, en torno a los caminos que entraban o salían en ellas. Por este motivo, no debe extrañarnos que a lo largo del recorrido que hemos descrito para la calzada, se hayan sucedido en diferentes épocas los hallazgos de lápidas funerarias con sus correspondientes inscripciones.Sin entrar en demasiados detalles, remitiéndonos para ello a la bibliografía correspondiente, señalamos el lugar concreto dónde fueron encontradas y la transcripción de cada una de ellas.

1. Ermita del Espíritu Santo (actualmente empotrada en la fachada del palacio del Vizconde de Roda, en el casco antiguo de la ciudad). 2 y 3. Huerta del Conde (actualmente en el patio del palacio del Vizconde de Roda).
1) M(arcus) · Ac·ciu/s · Cresce/ns · an(norum) · LX · / h(ic) · s(itus) · e(st) · s(it) · t(ibi) t(erra) l(evis) · / C(aius) · C·ur·riu/s · Privatus / de · s(uo) · f(aciendum) · c(uravit) ·2) L(ucius) / Gavius / Scodrin/us · an(norum) / L · / h(ic) s(itus) e(st) [---] / - - - - - -3) L(ucius) / Magiu/[s] L(uci) · f(ilius) · T(iro) / hic · situ(s)
4. Se descubrió en 2001 en el solar donde se iba a construir el edifico para la Audiencia Provincial (actualmente se encuentra en el Museo de Cáceres, nº de inv.: D-3020).
4) Q(uintus) · Pompônius · Potêntinûs / Ser(gia tribu) · h(ic) · s(itus) · e(st) · / G(aius) · Pomponius · Potentinûs / mile(es) · C(o)hort(tis) · IIII · Praêt(orianae) / test(amento) · fieri · iussit
5 y 6. Descubiertas en los años 40 en el Campo de San Francisco y donadas al Museo Provincial (nº de inv.: 2330 y 2374). 7. Junto al puente de Fuente Concejo (en el Museo, nº de inv.: 3533).
5) D(iis) · M(anibus) · s(acrum) / Accia / M(arci) · libe(rta) / Peregri/na · an(norum) / LXXX6) Orio M/aciae / ser(vus) an(norum) / - - - - - -7) C(aius) Iulius / Victor / annoru(m) / XXVIII h(ic) / s(itus) · e(st) · s(it) t(ibi) t(erra) l(evis) / Cirrus c(uravit)
8. En el Puente de Vadillo (desaparecida). 9. Descubierta en 1959, durante los trabajos de explanación del solar donde se construiría el edificio de la Fundación Valhondo, que sería sede de la Facultad de Filosofía y Letras (en el Museo, nº de inv.: 2384). 10. Encontrada en 1953, durante la construcción del Seminario Diocesano (en el Museo, nº de inv.: 2381).
8) L(ucio) · N(orbano) / Rufo · an(orum) / XXIIII / Labeo / auncul(o)9) D(iis) · M(anibus) · s(acrum) / Iulia · Silo/nis · filia / Secunda / L(ucio) · Praesen/tio · Rufinọ / filio · an(forum) / IIII mater / filio · f(aciendum) · c(uravit) · / h(ic) · s(itus) · e(st) · s(it) · t(ibi) t(erra) · l(evis)10) A(ulus) Publici/us · Viator · / h(ic) · s(itus) · e(st) s(it) t(ibi) t(erra) l(evis)De todas estas inscripciones, quizá merezca una especial atención la nº 4, ya sea por la especial calidad de su factura, realizada en mármol, o por el contenido del epitafio. Como hemos señalado, se descubrió durante las obras previas a la construcción del actual edificio de la Audiencia. Posiblemente formara parte de un monumento funerario o mausoleo, que desgraciadamente las máquinas excavadoras derribaron. La lápida sufrió desperfectos y se encuentra fracturada a la mitad, pero por fortuna se pudo recuperar íntegra. En ella se hace referencia a un soldado de la guardia pretoriana del emperador, que le dedica este epitafio a su hermano fallecido. Su adscripción a la tribu Sergia demuestra que ambos eran ciudadanos de la colonia Norba Caesarina.Otra inscripción que debemos siquiera mencionar es la nº 10, porque en ella se hace alusión a la profesión del difunto, posiblemente un liberto, cuyo oficio era el de viator, es decir, mensajero. Un empleo muy apropiado para alguien que vivía en una de las mansio (casas de postas) de la Vía de la Plata.Otras muchas inscripciones que actualmente se localizan en el barrio monumental o se exponen en el Museo, y cuya procedencia se desconoce, es muy posible que en algún momento se encontraran en las inmediaciones de la ribera y la calzada romana.3. Restos de presas y canalizaciones.Como señala el artículo de prensa al principio mencionado, son evidentes los restos de una pared de opus caementicium en el tramo del arroyo que discurre por encima de Fuente Fría. Quizá estemos ante los restos de una presa destinada a regar esta zona de huertas. En el mismo curso de la rivera también se pueden ver sillares de granito y restos de una pequeña alberca, con su superficie forrada de opus signinum, una especie de mortero elaborado a base de cal y ladrillos machacados, muy empleado por los ingenieros romanos para impermeabilizar este tipo de construcciones hidráulicas (v. Jean-Pierre Adam: La construcción romana. Materiales y técnicas. León: ed. de los Oficios, 2002).
Muro derribado de opus caementicium.
Restos de opus signinum ocultos por la maleza.
El suelo de buena parte de la ribera presenta un sedimento calcáreo que en algunos lugares llega a contar con más de un metro de espesor. No olvidemos que las aguas del Marco son ricas en carbonato cálcico, pues procede en buena parte, desde su nacimiento en la charca del mismo nombre, del complejo cárstico conocido como el Calerizo cacereño. El carbonato cálcico, en condiciones propicias con aguas estancadas, se precipita se deposita en el fondo del cauce formando estas características tobas calcáreas, en las que es fácil localizar fósiles de plantas y moluscos.

Toba calcárea en la Ribera del Marco.
En una época no muy lejana, quizá por causas naturales, es muy posible que hubiera provocado un estancamiento más o menos extenso del agua de la rivera; pero también es probable que los romanos construyesen represas de mayor magnitud, con el propósito de conseguir agua para el abastecimiento humano o el riego de los campos. Uno de estos pantanos pudo estar situado justo por encima de Fuente Concejo, en un lugar apropiado que señala el crestón de cuarcita que desciende desde la Montaña y prosigue hacia la parte antigua por la Torre de los Pozos.Resulta no menos curioso que en plano militar elaborado en 1813 por Bayer, el más antiguo que existe de Cáceres, se puede observar que a Fuente Concejo se la denomina Fuente de los Romanos. Tampoco podemos olvidarnos de que no lejos de aquí J. Sanguino identificaba los restos de un sacelo o pequeño templo, también de factura romana.

Una intervención arqueológica en este punto podría demostrar si existen restos de sillares de los muros que compusieron la pared de esta presa, y poder así comprobar esta hipótesis que enunciamos. Según la misma, nos inclinamos a pensar que durante varios siglos, hasta que se arruinara la presa, gran parte del cauce de la ribera, entre la citada Fuente Concejo y Fuente Fría, estuviese inundada, posibilitando de este modo la sedimentación del carbonato cálcico. En el siguiente mapa hemos señalado a mano alzada la superficie inundada por una presa que se hubiera construido en el lugar citado.



4. Villae y domus suburbanas.Como hemos comentado, la mansio citada en los itinerarios romanos con el nombre de Castris Caecilis, debió situarse en torno al actual barrio de San Blas. Toda la zona de la Ribera que discurre paralela a éste es un terreno de huertas, donde desde siempre se ha dado noticias de de los hallazgos más diversos: monedas, tegulae y otros materiales de construcción…, lo que viene a confirmar que en otro momento existió una población establecida en este lugar.También hemos especificado algunos hallazgos epigráficos, tanto en los solares donde después se construyeron el Seminario y la antigua Facultad de Filosofía y Letras. En el primero se llegaron a documentar restos de mosaicos, cuando en la década de los cincuenta se instalaron cerca del mismo unas casas prefabricadas destinadas a albergar a población marginal.
Mosaicos con motivos geométricos encontrados en la zona donde estuvieron las viviendas autoconstruidas (T. Martín Gil).
El mismo entorno también fue estudiado por E. Cerrillo, que tras analizar la toponimia de algunas fincas y huertas, concluye que en la zona donde se sitúa el Edificio Valhondo debió existir una villa suburbana:En las inmediaciones de San Blas se hallaba una propiedad denominada La Luciana. A todas luces resulta sugerente el nombre, siempre que respondiese a muchos de los nombres de propietarios romanos frecuentes en toda la toponimia peninsular. La zona pudiera relacionarse con la zona que ocupa el edificio de la Fundación Valhondo.De todos modos no se trata del único topónimo sugerente de la zona sometida a este análisis. Se trata de una de las huertas junto al curso del agua, denominada La Torrecilla o El Torreón, situada junto al actual puente sobre la N-521, en el p. k. 45 de la misma. Dicho topónimo suele coincidir en un elevado porcentaje de los casos en los que aparece con la existencia de restos romanos. Allí fue donde J. Sanguino Michel reconoció la presencia de restos considerados como romanos.Bibliografía:- E. Hübner: Corpus Inscriptionum Latinarum II. Inscriptiones Hispaniae Latinae. Berlín: Reimer, 1869; nº 697, 709 y 713- T. Martín Gil: «Últimos descubrimientos arqueológicos artísticos en la provincia de Cáceres», Revista de Estudios Extremeños, IV, 1946; pág. 405.- S. Benito Boxoyo (1952): Historia de Cáceres y su Patrona. Cáceres: Dpto. Prov. de Seminarios de FET y de las Jons, 1952; nº 5 y 30.- T. Pulido y Pulido: «Cáceres y la Historia. Interesante emplazamiento del Seminario Mayor»; semanario Cáceres: 23 de febrero, 2, 9, 16, 23 y 30 de marzo; 6, 13 y 20 de abril de 1953.- J. Corchón García: «Veterrima inter Norbensia», Boletín de la Real Academia de la Historia, CXXXIV, 1954; pág. 109.- C. Callejo Serrano: «Un lustro de investigación arqueológica en la Alta Extremadura», REE, XVIII, 2, 1962; págs. 302-305.- Id.: «Aportaciones a la epigrafía romana del campo norbense», BRAH, CLVII, 1965; nº 26 y 27.- Id.: «La arqueología de Norba Caesarina», Archivo Español de Arqueología, XLI; págs. 131-132, nº 117-118, 1968: nº 6, 9, 10, 15-18, 20 y 32.- R. Hurtado de San Antonio: Corpus provincial de inscripciones latinas de Cáceres. Cáceres: Diputación provincial, 1977; nº 113, 125, 129, 136, 154, 158, 159, 164 y 165.- C. Callejo Serrano: Los orígenes de Cáceres. Cáceres: Institución cultural «El Brocense», 1980.- J. Bueno Rocha: «Castris Caecilis», El miliario extravagante, nº 18, octubre de 1988; pág. 21.- J. Sanguino Michel: Notas referentes a Cáceres (facsímile del manuscrito autógrafo). Cáceres: Norba, 1996; págs. 7-13 y 121-123.- S. Celestino Pérez y J. Celestino: Comisión de Antigüedades de la Real Academia de la Historia: Extremadura. Catálogo e índices. Madrid: Real Academia de la Historia, 2000; págs. 101-102.- E. Cerrillo Martín de Cáceres: «Epigrafía latina y transmisión de inscripciones en Cáceres entre los siglos XVIII y XIX. De los manuscritos de Simón Benito Boxoyo y Claudio Constanzo al CIL II de E. Hübner», Anales de Prehistoria y Arqueología (Murcia), nº 17-18, 2002; págs. 495-508.- Id.: «La villa romana de las Eras de San Blas (Cáceres)», Norba. Revista de Historia, nº 16, 2003; págs. 143-156.- J. Salas Martín y J. Esteban Ortega: Epigrafía romana y cristiana del Museo de Cáceres. Cáceres: Museo de Cáceres, 2003; nº 22, 23, 26, 28, 33 y 34.- E. Cerrillo Martín de Cáceres, P. Le Roux y J.L. Ramírez Sádaba: «Un pretoriano hallado en Cáceres (España)», C. Auliard y L. Bodiou (dirs.), Au jardin des Hespérides. Histoire, société et épigraphie des mondes anciens. Mélanges offerts a Alain Tranoy. Rennes: [s.n.], 2004; págs. 157-162.- A. Rodríguez González: Paseo epigráfico por el casco antiguo de Cáceres. Cáceres: Museo de Cáceres, 2007; nº 5-7.- E. Cerrillo Martín de Cáceres: Claudio Constanzo y la epigrafía extremeña del siglo XIX. Madrid: RAH, 2007; nº 13 y 24- J. Esteban Ortega: Corpus de inscripciones latinas de Cáceres. I. Norba. Cáceres. Univ. de Extremadura, 2007; nº 125, 128, 130, 135-137, 144, 149, 152 y 158.- J. C. Martín Borreguero, F. Jiménez Berrocal y A. P. Flores Alcántara: La cacereña Ribera del Marco. Cáceres: Ayto. de Cáceres, 2008; págs. 132-134.
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lunes 22 de diciembre de 2008
El dios Sabacio
En el libro de León Arsenal, Las lanzas rotas, que durante estas últimas semanas hemos estado leyendo en el club de lectura, me encuentro mencionado al dios Sabacio, una divinidad oriental de la que no sabía nada y que me ha llamado la curiosidad. Para saciarla he recurrido, como siempre, al Diccionario de mitología griega y romana de Pierre Grimal, que dice lo siguiente (pág. 472):SABACIO (Σαβάζιος). Sabacio es un dios frigio cuyo culto tiene carácter orgiástico. Con frecuencia, en el mundo griego es asimilado a Dioniso y se le considera como un Dioniso más antiguo, hijo de Zeus y Perséfone. Se le atribuía la idea de domesticar los bueyes y someterlos al yugo. Así se explicaban las imágenes que lo representaban con cuernos en la frente.Zeus pasaba por haberse unido a Perséfone adoptando la forma de una serpiente, para engendrar a Sabacio. En efecto, la serpiente era el animal sagrado del dios, y desempeñaba un papel en sus misterios. Se contaba, por ejemplo, que se había unido, también en forma de serpiente, a una de sus sacerdotisas, en Asia Menor, y le había dado hijos.Sabacio no forma parte del panteón helénico propiamente dicho. Es importado, y no posee ningún ciclo mítico personal, por lo menos mito exotérico. Tal vez, en los misterios que se celebraban en su honor, su leyenda fuese más rica.

Estela con representación del dios Sabacio (Museo de Tirana, Albania)
En Hispania se han documentando algunas evidencias del culto a Sabacio, concretamente en la costa mediterránea, como es de suponer, ya que esta región abierta al mar, gracias al comercio, era más permeable a influencias orientales y la adopción de divinidades foráneas, que en muchos casos acabaron sincretizándose con otros dioses locales.Poco se conoce sobre los ritos y ceremonias que se desarrollaban en torno al culto a Sabacio. Parece ser que sus seguidores tenían aspiraciones escatológicas, y que en sus ceremonias de iniciación abundaban elementos relacionados con el ciclo agrícola y la fecundidad de los campos. Así, el iniciado era rociado con una mezcla de tierra y salvado, mientras pronunciaba estas palabras: «Huí del mal, hallé lo mejor» (Demóstenes, Sobre la corona, 259). Tanto el rito como la fórmula aluden a la resurrección después de la muerte, y todo ello posee una extraña similitud con el bautismo cristiano. Otras ceremonias de iniciación tenían que ver con serpientes, en este caso con un significado telúrico evidente, como vemos repetido en muchas otras religiones mistéricas de procedencia oriental (Fírmico Materno, De errore profanarum religionum, 10).En Asia Menor, la difusión del culto a Sabacio parece estar influido por el monoteísmo imperante en los últimos siglos antes de Cristo, sobre todo debido al número e importancia de las comunidades judías allí establecidas. Es de suponer que este ambiente monoteísta posibilitara la implantación de la religión cristiana pocos años después.

Mano de bronce empleada en las ceremonias del culto a Sabacio, siglos I-II d.C. (British Museum)
Fuentes:- A. Álvarez Miranda: Las religiones mistéricas. Madrid: Revista de Occidente, 1961; págs. 112-118.
- R. Turcan: Les cultes orientaux dans le monde romain. París: Belles Lettres, 1989; pág. 317.- J. Tremolada i Trilla: «El culto de Sabacio en Hispania: los hallazgos de Ampurias y su entorno», Revista de arqueología, nº 202, 1998, págs. 32-41.- F. J. Fernández Nieto: «La función de la Cueva de Fortuna: el antro báquico-sabizio y sus antecedentes», Antigüedad y cristianismo. Monografías históricas sobre la Antigüedad tardía, nº 20, 2003, págs. 437-464.
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viernes 12 de diciembre de 2008
«La Vía de la Plata a su paso por la colonia Norba Caesarina»
Entre las actividades que al principio de este curso nos planteábamos para el Club de Lectura de Historia, se encontraba la posibilidad de reunirnos con los autores de algunos de los libros que leyésemos, o bien con especialistas que nos pudiesen proporcionar una visión más amplia del contexto histórico en que se desarrollasen las novelas.Ante el éxito de participación que está teniendo el club y por la imposibilidad de admitir más miembros, pensamos que lo mejor sería que este tipo de actividades, así como las excursiones y otras visitas, estuvieran abiertas para los miembros de otros clubs de lectura en castellano o cualquier persona que deseara participar en ellas.Por este motivo, lo que en principio iba a ser un encuentro informal con los miembros del Club de Lectura, se ha convertido en una conferencia a la que estáis todos invitados, y en la que os animo a participar. Durante estas semanas hemos estado leyendo Las lanzas rotas, de León Arsenal, una novela ambientada en la Celtiberia romanizada. La semana pasada visitamos el campamento romano de Cáceres el Viejo… y pensamos que como colofón a esta lectura y antes de despedirnos para pasar las navidades, nuestro buen amigo Juan Gil podría ilustrarnos sobre uno de los temas que más le apasionan y en que consideramos es uno de los mayores especialistas: las calzadas romanas.

De este modo, el próximo jueves día 18 de diciembre, a las 19’00 horas, en el Salón de Actos de la Biblioteca Pública, podréis asistir a este coloquio dirigido por el profesor y geólogo Juan Gil Montes, que llevará por título La Vía de la Plata a su paso por la colonia Norba Caesarina. En el transcurso de la misma tendremos ocasión de sacar a relucir asuntos controvertidos, como la identificación del campamento de Cáceres el Viejo con Castra Caecilia, el trazado exacto de la vía romana a su paso por nuestra ciudad, o la función de algunos yacimientos enclavados a lo largo de esta ruta. Os esperamos.
(Fotos: Juan Gil)
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lunes 6 de octubre de 2008
Fuente de la Higuera
El anterior domingo por la mañana salí de excursión por las cercanías de Cáceres, contando con la siempre estimable compañía de Juan Gil y Salvador Calvo. Nuestro propósito era visitar algunos enclaves de singular valor arqueológico, pero que como suele suceder en estos casos, apenas son conocidos o se encuentran escasamente documentados. En primer lugar, llegamos al paraje conocido como la Fuente de la Higuera, en el término municipal de Torreorgaz. Después, en la vega del río Salor, a medio camino entre Torreorgaz y Torrequemada, estuvimos paseando por dehesa que llaman El Torvisco, lugar en el que abundan restos que revelan una importante ocupación en época romana.Pero ahora tampoco quiero entrar en detalles. Voy a necesitar varias entradas para poner fotos y comentar detenidamente lo que se puede observar a lo largo de este paseo. Quizá dentro de unas semanas, cuando encuentre algo de tiempo, hablé más a propósito de ésta y otras excursiones por los alrededores de nuestra ciudad. Es una pena que paisajes y sitios como éstos a los que me refiero, en donde se puede encontrar un patrimonio natural e histórico igual de importante que el del casco urbano, permanecen olvidados, sin atención alguna ni por parte de las autoridades ni del común de los mortales, y en muchos casos --lo que es aún peor-- en evidente peligro por falta de protección adecuada.Como he prometido, en próximas entradas iremos desgranando los detalles de estas excursiones. A modo de aperitivo, os dejo con las siguientes líneas que al respecto de la del pasado fin de semana, mi compañero Salvador Calvo escribió ayer para las páginas del Periódico Extremadura.Aturdido aún el oído interno por las estridencias de la música horrísona y perturbado el ánimo por la evidente constatación de la corrupción de las costumbres, nos fuimos de nuevo al campo en pos del silencio y de la serenidad en la contemplación de las huellas del pasado. Hablando en plata: que después de lo visto y oído la otra noche en un evento social de ringorrango cultural, era menester aliviar el ánimo con el pacífico latido de madre Naturaleza. De modo que la del alba sería cuando con nuestros amigos Jugimo y Norbano tomamos la dirección de las Torres, carretera que dicen de Medellín.Tan cerca las cosas ¡y tan ignoradas! Las huellas del pasado, a nada que alguno las ayude, pueden darnos muestra de aquellos tiempos perdidos. Cuando la mano ingrata y destructiva del común de los mortales no ha dejado su huella nociva, los restos nos manifiestan su ineluctable encanto. Una simple fuente y una inscripción en la roca.
Hace muchos años, siglos, una breve fuentecilla fue el alivio para la sed de los que frecuentaban aquel paraje, y un cincel, ¿de cantero?, labró en el granito un mensaje curioso que allí mismo puede hoy leerse con toda facilidad: LOCUS CONSTUS IN CIRCUM PEDES CL.Para dar aún más encanto al lugar y también más misterio, en otra peña de granito la invocación a una diosa del pasado. Aun con dificultad, pero allí consta su nombre: LAEANAE. Luego, al albur de una mañana seca del primer otoño, que nos hurtó el placer de la tierra mojada, merodeamos por un amplio valle del cauce del Salor. ¡Y qué triste y lamentable el espectáculo de un lecho sediento! En la ligera costana de un espeso encinar, Jugimo nos lleva a la contemplación de una prensa de aceite, y se me vienen a las mientes los versos de aquel valentón del soneto de Cervantes: «¡Voto a Dios que me espanta esta grandeza / y que diera un millón por describilla».Sillares de granito por doquier no son sino los últimos testigos de un poblamiento de considerable categoría. Hileras de piedras cónicas manifiestan una estructura de considerables dimensiones: ¿una mansión?, ¿un templo?... Al otro lado del lecho agostado del río, tégulas por doquier, y en una pared una estela en la que, presto, Norbano nos vierte al entendimiento: la piedra guarda el recuerdo del joven G. Mailo que se fue al Elíseo con 14 años. Que la tierra te sea leve, Gayo o Cayo Mailo. En fin, hay quien alimenta su intelecto con decibelios ensordecedores y con pantomimas zarrapastrosas ¡Que sea enhorabuena! Nosotros preferimos la vida retirada, la del que huye del mundanal ruido; ya sabéis quien lo dejó en verso.

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martes 16 de septiembre de 2008
Lápida romana redescubierta en las obras del Hotel Atrio

Como prometí hace dos semanas, quedé pendiente de informar de un nuevo e interesante descubrimiento arqueológico en el mismo casco antiguo de Cáceres. En el transcurso de las obras de demolición del edificio donde se proyecta construir un hotel, propiedad de los dueños del Restaurante Atrio, para más señas, situado en la Plazuela de San Mateo, en la confluencia de las calles Condes y Olmos, se descubrió hace cosa de menos de un mes, la siguiente inscripción romana, que se encontraba empotrada en uno de los muros. Inmediatamente ha sido trasladada y depositada en el Museo de Cáceres, en cuyo jardín he podido verla y estudiarla.Se trata de un epígrafe conocido desde que el clérigo Simón Benito Boxoyo la documentase en 1790; sin embargo, desde el siglo XIX para acá debió permanecer oculta y todos los demás investigadores la han dado por perdida.

Estela funeraria de granito, de forma rectangular, con el campo epigráfico en la parte superior, rehundido en una especie de hornacina cuadrada con remate semicircular.Dimensiones: 97 x 47 x 24 cm.Dimensiones del campo: 36 x 31 cm.Altura de las letras: 1ª y 2ª línea, 8 cm.; 3ª, 7 cm. Capitales cuadradas.Procedencia: La casa esquina de la calle Olmos y de los Condes, que fue propiedad del Marqués del Reyno y hasta hace poco estuvo ocupada por los servicios territoriales de la Junta de Extremadura. Actualmente, se ha demolido para construir en el solar un hotel de lujo.Situación actual: Museo de Cáceres.Q(vintvs)Vrvci(vs)Câpitoni(s) f(ilivs)«Quinto Urucio, hijo de Capitón».

J. Martínez Quesada (1965): Extremadura en el siglo XVIII (Según las visitas giradas por la real Audiencia de Extremadura en 1790). Barcelona: 101, nº 13 = S. B. Boxoyo (1952): Historia de Cáceres y su Patrona. Cáceres: 150, nº 14 = E. Cerrillo Martín de Cáceres (2007): Claudio Constanzo y la epigrafía extremeña del siglo XIX. Madrid: 110, f. 21, nº 14 = Anónimo (1854): Cáceres en 1828: datos históricos estadísticos y otras curiosidades. Cáceres: 43, nº 3 = CIL II, 716 (de Masdeu, Boxoyo y Constanzo) = CPILC, 100 = C. Callejo Serrano (1968): «La arqueología de Norba Caesarina», Archivo Español de Arqueología, XLI, 117-118: 145, nº 33 = J. Esteban Ortega (2007): Corpus de inscripciones latinas de Cáceres. I. Norba. Cáceres: 140-141, nº 174.

Como ya hemos comentado, Boxoyo es quien primero documenta esta inscripción, en sus dos manuscritos: las contestaciones al interrogatorio de la Real Audiencia (1790) y en sus Noticias históricas de la muy noble y leal villa de Cáceres (1794). En este último dice: «En el Portal de la casa de Golfines de arríba hai una lapida de mas de 3 varas de largo, y dice así: Q. Vrvci. Carioni. f. “Quinto Urucio, hijo de Carion”». Constanzo la describe en el mismo lugar, aunque varía su transcripción: «En el Portal de la Casa de los Golfines de Arriva, Calle del Ólmo hay una Lapida de mas de Tres Varas con esta Ynscripcion. Q· / Vrvci· / Cayioni· / f· La tercera letra de la tercera linea es una T. Antigua. La Lapida parece Sepulcral; y puede lèerse de dòs maneras: ó Quinctus Vrucius Cationi Filius. Quinto Urucio Hijo de Cation: Ò mas bien Quinctus Vrucius Cationi: Fecit: Quinto Vrucio (Hizo este Sepulcro) á Cation.»
Una lectura correcta es la que sugiere Hübner (1869), aunque para entonces es posible que la inscripción ya no se encontrase a la vista. De todos modos, los autores anteriores le informaron de que se encontraba en el Palacio de los Golfines de Arriba, y no en las casas donde finalmente ha reaparecido. En dicho palacio, en la actualidad existe otra inscripción, empotrada en la pared al lado de una ventana, que nada tiene que ver con la que aquí mencionamos, y de cuyo análisis y estudio me ocupé al escribir mi Paseo epigráfico (nº 12).El nomen Urucius no aparece documentado en ningún otro lugar de la Península Ibérica, por lo que estaríamos ante lo que en la jerga epigráfica se conoce como un unicum. Por su parte, de Capiton existen bastantes ejemplos en la Lusitania (VV AA (2003): Atlas antroponímico de la Lusitania romana. Mérida-Burdeos: 132-133) Forma parte del grupo de cognomina latinos que hacen referencia a las peculiaridades físicas del individuo (I. Kajanto (1965): The Latin Cognomina. Helsinki: 235), pudiendo traducirlo en esta caso como «cabezón». Capiton y, sobre todo, la forma Capito aparecen exclusivamente en la Hispania indoeuropea, es decir, en la Lusitania y la Celtiberia (J. Untermann (1965): Elementos de un atlas antroponímico de la Hispania Antigua. Madrid: 89-90, mapa n.º 29). Es interesante resaltar que en latín estos nombres terminados en –on perdieron pronto la –n. El hecho, pues, de que en la Península esté atestiguado Capiton parece indicar que entraría en ella en fecha muy temprana, probablemente en las primeras campañas militares del siglo II a. C. En la provincia de Cáceres contamos con ocho casos: en Belvís de Monroy, Brozas, Cáparra (2), Tejeda del Tiétar, Trujillo, Valdelacasa de Tajo y, finalmente, en Cáceres, en una de las dos inscripciones empotradas en la fachada del palacio del Vizconde de Roda, que en su momento también traté en mi Paseo epigráfico (nº 4).
La casa en la que ha aparecido la inscripción y que dentro de nada se convertirá en un lujoso hotel, como hemos comentado, perteneció al famoso García de Arce y Aponte, VIII Marqués del Reyno, y según dicen en ella vivía su amante, la gitana Carmen Campos, cuando no pasaba los veranos en el castillo de la Arguijuela de Arriba. Pero esta es otra historia, que algún día posiblemente os cuente…

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sábado 13 de septiembre de 2008
Reseña del "Paseo epigráfico"
Casi por casualidad, mientras le echaba un vistazo a un foro portugués sobre arqueología, he encontrado esta reseña en la que se cita mi libro Paseo epigráfico por el casco antiguo de Cáceres (2007), firmada nada menos que por el profesor José d'Encarnação, de la Universidad de Coimbra, quien actualmente puede ser considerado como el mayor especialista sobre epigrafía romana de la Península Ibérica.

Notável o incremento dos estudos sobre a epigrafia romana de Cáceres.Depois do livro de Ricardo Hurtado de San Antonio, Corpus Provincial de Inscripciones Latinas (Cáceres), Cáceres, 1977, naturalmente desactualizado atendendo a que já passaram mais de 30 anos sobre a investigação realizada, temos, agora, de Julio Esteban Ortega, um projecto que visa dar a conhecer por completo o que se conhece dos monumentos epigráficos da província espanhola de Cáceres. Aí está o I volume, dedicado a Norba, intitulado Corpus de Inscripciones Latinas de Cáceres, numa edição da Universidad de Extremadura (Cáceres, 2007). Os monumentos são apresentados por localidades de achamento (referidas por ordem alfabética). Ao todo, 398, sendo fornecidas de cada um as informações habituais: local e circunstâncias do achado, dimensões, leitura, comentário e bibliografia, assim como uma pequena fotografia (porque, no final, se apresenta o álbum fotográfico exaustivo, em ponto maior). Os índices epigráficos são, como sempre, preciosos, pois, além do rol dos nomina e dos cognonima registados, se apresenta um índice analítico e, de seguida, úteis tábuas de correspondência com os demais corpora, bibliografia citada e abreviaturas utilizadas.Para além deste volume, refira-se que os responsáveis pelo Museu de Cáceres, com o incondicional apoio da Junta de Extremadura, decidiram dedicar à epigrafia duas das suas publicações:- Na série «documentos», António Rodríguez González acompanha-nos num Paseo Epigráfico por el Casco Antiguo de Cáceres (é o volume nº 3 da série, datado de 2007), a dar conta das 16 inscrições romanas que, ao longo dos séculos, foram sendo preservadas pelos habitantes, porque as inseriram nas paredes e nos lugares públicos cacerenhos. De cada uma há a ficha habitual, uma boa fotografia, o desenho, assim como a bibliografia respectiva.- Na série «Memórias», também com o nº 3, Julio Esteban Ortega e José Salas Martín prepararam Epigrafía Romana y Cristiana del Museo de Cáceres: 125 epígrafes, acompanhadas dos elementos essenciais para o seu estudo e contextualização histórica. Índices, tábuas de correspondência e fotografias completam o volume. Na capa, a belíssima e notável placa funerária de Q. Pomponius Potentinus, da tribo Sérgia, mandada lavrar por testamento de G. Pomponius Potentinus, soldado da IV coorte pretoriana (cf. HEp 13, 2003-2004, nº 216), um dos raros pretorianos documentados na epigrafia peninsular.
José d'Encarnação

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lunes 1 de septiembre de 2008
Actualidad arqueológica
Durante el mes de agosto han sido varias las noticias relacionadas con el mundo de la arqueología que me han llamado la atención. Algunas parecen sorprendentes, casi de ciencia-ficción, mientras que otras no por más mundanas pueden resultar igual de interesantes:


· «Descubren en Turquía fragmentos de una colosal estatua del emperador Marco Aurelio.»

· «Hallan 25 monedas de plata del siglo XV en una ciudad de Rusia.»

· «Un equipo de arqueólogos descubre “la primera iglesia del mundo” en Jordania.»

· «Arqueólogos mexicanos creen haber descubierto la entrada al inframundo maya.»

· «Unos arqueólogos cuestionan la teoría de la llegada del hombre a América.»

· «Encuentran un raro esqueleto y joyas en una pirámide de Bolivia.»

· «Hallan 2.000 esqueletos en las excavaciones de una iglesia derruida en Berlín.»

· «Un equipo de arqueólogos descubre en Londres el teatro donde debutó Shakespeare.»
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miércoles 27 de agosto de 2008
Epigrafía en Villar del Pedroso
Este fin de semana lo he dedicado al conocimiento etnográfico de las diferentes tipologías de diversión y solaz que durante el período estival se suceden a lo largo y ancho de nuestra geografía rural… es decir, que me fui a celebrar las fiestas de Valdelacasa de Tajo, el pueblo de mis amigos, y creo que todavía hoy me dura la resaca. Pero no voy a hablar de esta encantadora localidad, situada en la comarca de La Jara cacereña, ni voy a cantar las virtudes de sus mujeres, ni tampoco quiero entrar en detalles sobre mis excesos etílicos.

Entre tanta fiesta, también tuve ocasión de visitar la cercana localidad de Villar del Pedroso, y allí me sorprendió encontrarme por sus calles varias inscripciones de época romana. Tampoco resulta muy extraño, pues tanto en Villar como en Valdelacasa, y en otros pueblos del alrededor, abundan los restos procedentes de la antigua Augustobriga, ciudad romana que identificamos con Talavera la Vieja, tristemente célebre porque en 1963 quedó sumergida bajo las aguas del embalse de Valdecañas.

Las inscripciones que aquí traigo no son todas las que hay en el pueblo, sino solamente las que pude ver. Me consta que debe haber más, pero éstas se encuentran en el interior de casas particulares.

Estela funeraria de granito, con el campo epigráfico en un rectángulo rehundido y en la parte inferior una media luna en huecorrelieve.Dimensiones: 90 x 38 x 24 cm.Altura media de las letras: 7,2 cm.Procedencia: Villar del Pedroso. Durante algún tiempo estuvo en la casa de Facundo Dávila, en la plazuela del Puerto.Situación actual: junto a la fachada de la iglesia parroquial.[Dvelia]Camali · f(ilia)an(norvm) · XXV · h(ic) · s(ita) · e(st)CamalvsAveli · f(ilivs) · etDvelia · A-rmonis · f(ilia)filiae · f(aciendvm) · c(vravervnt)s(it) · t(ibi) · t(erra) · l(evis)«Aquí yace Duelia, hija de Camalo, de 25 años. Camalo, hijo de Avelio, y Duelia, hija de Armonio, se ocuparon de erigir (este sepulcro) para su hija. Séate la tierra leve»
Bibliografía: J. Ramón y Fernández Oxea (1951): «De epigrafía cacereña», BRAH, CXXVIII: 170 = idem (1962): «De epigrafía cacereña», BRAH, CL: 128 = A. Rodríguez Moñino: ms., fols. 73-74 = HAE, 199 y 780 = R. Hurtado de San Antonio (1977): Corpus provincial de inscripciones latinas de Cáceres: 273, nº 659; 340, nº 801 = A. González Cordero (2001): «Catálogo de inscripciones romanas del Campo Arañuelo, La Jara y Los Ibores», VII Coloquios Histórico-Culturales del Campo Arañuelo: 147-148, nº 52; 149, nº 54.

Como se puede apreciar en la bibliografía citada, esta inscripción ha sido recurrentemente publicada como si se tratase de dos distintas. Fernández Oxea la leyó en dos ocasiones, con más de diez años de diferencia, y seguramente porque había sido trasladada de lugar, pensó que se trataba de dos epígrafes diferentes. Pero las dos lecturas que desde entonces se han repetido en todas las publicaciones se parecen demasiado. Una sería la siguiente: Cvpiena / Camali f(ilia) / an(norvm) XXV h(ic) s(ita) e(st) / Camalvs / Aveli f(ilivs) et / Dvenia A/nmonis f(ilia) / filiae f(aciendvm) c(vraverunt). La otra: Dvel(ivs) T(iti) f(ilivs) / Camalivs an/nor(vm) XXV h(ic) s(itvs) e(st) / Camalivs / Aveli f(ilivs) et / Dveliâe A/rmoni(v)s e(t) / filiae f(aciendvm) c(vravervnt) / s(it) t(ibi) t(erra) l(evis). La interpretación que aquí recojo, en función de la lectura que pude hacer in situ, me parece la más correcta y razonable, sobre todo porque los nombres de la difunta y los dedicantes parecen relacionadosTodos los nomenes que aparecen en la inscripción son de evidente raigambre indígena y, salvo el del padre, no se han documentado más ejemplos de los mismos en la Península Ibérica. Los testimonios epigráficos de Camalus se concentran en el área lusitano-galaica (J. Untermann (1965): Elementos de un atlas antroponímico de la Hispania Antigua. Madrid: 85). En la provincia de Cáceres está bien representado, tanto en su forma masculina como femenina, documentándose en lugares como Berzocana, Brozas, Coria (3), Jaraicejo, Pasarón de la Vera, Santa Cruz de la Sierra (2), Tejeda de Tiétar, Trujillo (2), Valencia de Alcántara, Villar de Plasencia y otro ejemplo más en Villar del Pedroso, que aquí no comentamos (J. Salas Martín y A. González Cordero (1991-1992): «Nuevas aportaciones a la epigrafía latina de la provincia de Cáceres», Norba, 11-12: 180-182, nº 5 = HEp 5, 283 = A. González Cordero (2001): 150-151, nº 57 = M. Rico, M. de la Vega, C. Pacheco y F. Turiño (2003): «Epigrafía en La Jara cacereña: un ara romana en Villar del Pedroso», Cuaderna. Revista de estudios humanísticos de Talavera y su antigua tierra, 11: 128 y ss.).

Inscripción, probablemente funeraria, grabada sobre el lomo de un verraco de la Edad del Hierro.Material: granito.Dimensiones del soporte: 71 x 24 x 25 cm.Alturas de las letras: 5,3 cm.Situación actual: junto al arroyo Cagancha, dentro de la localidad.[- - - - - -][h(ic) s(itvs)] est Ba[---] vx(or) e[---]a
Bibliografía: J. Ramón y Fernández Oxea (1950): «Nuevas esculturas zoomorfas prehistóricas de Extremadura», Ampurias, XII: 55 = HAE, 4 = CPILC, 823 = A. González Cordero, M. Alvarado Gonzalo y F. Barroso Gutiérrez (1988): «Esculturas zoomorfas de la provincia de Cáceres», Anas, 1: 27 = G. López Monteagudo (1989): Esculturas zoomorfas celtas de la Península Ibérica. Madrid: 134, nº 152 = HEp 3, 149 = A. González Cordero (2001): 150, nº 56.

Estela funeraria con el campo epigráfico rehundido y enmarcado.Material: granitoDimensiones: 135 x 50 cm.Altura media de las letras: 8,5 cm.Lugar del hallazgo: se ha señalado que podría proceder de la ermita de los Mártires, en Talavera la Vieja, pero no es seguro. Esta inscripción se conoce desde 1762.Situación actual: en la fachada de una casa, en la calle de la Pasión.Câesio Tân-cînî f(ilivs) ân(norvm) LXXAgilio et T-ânĉinvs li-berti (p)âtro-no îndvlg-entissîmo e-x testâmen-to f(aciendvm) c(vravervnt) h(ic) s(itvs) e(st) s(it) t(ibi) t(erra) l(evis)«Caesio, hijo de Tancino, de 70 años. Los libertos Agilio y Tancino a su patrono indulgentísimo, en cumplimiento de su testamento, se ocuparon de erigir (esta lápida). Aquí está enterrado. Séate la tierra leve»
Bibliografía: CIL II, 942 (de Hübner, 1871) = CPILC, 661 = A. González Cordero (2001): 151-152, nº 59.
El nombre Caesius suele plantear dudas, pues puede tener un origen romano o indígena (J. M. Vallejo Ruiz: Antroponimia indígena de la Lusitania romana. Vitoria: 243-246). En este caso, parece evidente que se trata de lo segundo. En la provincia de Cáceres abundan los ejemplos: Alcuéscar, Escurial, Plasencia, Robledillo de Trujillo, Trujillo (2) y Villamesías.Tancinus, o su variante Tanginus, son también nombres muy abundantes en toda la Lusitania, concentrándose casi todos sus testimonios en el área de influencia del pueblo vetón (J. Untermann (1965): 170-171, mapa nº 74). Tanto en su forma masculina como en femenino, ocupa el puesto nº 15 de la frecuencia de los cognomina en Hispania, con más de 89 testimonios, y es el segundo de los nombres indígenas en la misma serie (J. M. Abascal Palazón (1994): Los nombres personales en las inscripciones latinas de Hispania. Murcia: 521-523). Contamos con cera de cuarenta ejemplos sólo en la provincia de Cáceres.Hasta el momento, sólo contamos de un ejemplo más con el nombre Agilio en una inscripción de la localidad portuguesa de Condeixa-a-Velha (Coimbra).

Esta otra inscripción se encuentra al lado de la anterior, empotrada en la pared de la misma casa. Es casi imposible distinguir alguna letra legible, ya que la superficie del campo epigráfico está muy deteriorada, después de que durante años haya permanecido cubierta de cal y, por tanto, oculta a la vista de cualquier autor que hubiera podido localizarla. Además, se encuentra dada la vuelta.Material: granitoDimensiones: 120 x 56 cm.Altura media de las letras: 5 cm.InéditaA. González Cordero piensa que una de las lecturas de la inscripción de Duelia podía corresponderse con ésta otra, que seguramente él localizó, pero se encontraba tapada. Por eso persistió en el error y no cayó en la cuenta de que las dos lecturas que en su momento hizo J. Ramón y Fernández Oxea correspondían sino a la misma inscripción.
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lunes 18 de agosto de 2008
Santa Elena, patrona de los arqueólogos
Hoy 18 de agosto, aparte de ser el santo de mi hermana, los profesionales de la arqueología celebran la festividad de su patrona, Santa Elena. Aunque, si digo la verdad, no creo que a estas alturas queden muchos arqueólogos creyentes, y ni mucho menos católicos, salvo algunos eminentes especialistas en Arqueología Bíblica, que por lo general suelen ser sacerdotes y frailes franciscanos.¿Por qué digo que Santa Elena es la patrona de los arqueólogos? Pues porque la madre del emperador Constantino fue la primera que planificó una excavación en Tierra Santa, concretamente en el Monte Calvario, donde buscaba los restos de la cruz donde fue crucificado Jesucristo. Copio del santoral su biografía, que de vez en cuando no viene mal tomar ejemplo de aquellos que fueron dechado de virtudes, más aún si se dedicaron a esta profesión.

Icono medieval que representa al emperador Constantino en compañía de su madre.

En un mesón propiedad de sus padres en Daprasano (Nicomedia) nació pobre en el seno de una familia pagana. Allí pudo, en su juventud, contemplar los efectos de las persecuciones mandadas desde Roma: vió a los cristianos que eran tomados presos y metidos en las cárceles de donde salían para ser atormentados cruelmente, quemados vivos o arrojados a las fieras. Nunca lo entendió; ella conocía a algunos de ellos y alguna de las cristianas muertas fueron de sus amigas ¿qué mal hacían para merecer la muerte? A su entender, sólo podía asegurar que eran personas excelentes.

San Ambrosio, que vivió en época inmediatamente posterior, la describe como una mujer privilegiada en dones naturales y en nobleza de corazón. Y así debía ser cuando se enamoró de ella Constancio, el que lleva el sobrenombre de Cloro por el color pálido de su tez, general valeroso y prefecto del pretorio durante Maximiano. Tenía Elena 23 años al contraer matrimonio. En Naïsus (Dardania) les nació, el 27 de febrero del 274, el hijo que llegaría a ser César de Maximiano como Galerio lo fue de Diocleciano.

Pero no todo fueron alegrías. Elena fue repudiada por motivos políticos en el 292 para poder casarse Constancio con la hijastra de Maximiano y llegar a establecer así el parentesco imprescindible entre los miembros de la tetrarquía. Le costó mucho saberse pospuesta al deseo de poder de su marido, pero esto lo aceptó mejor que el hecho de verse separada de su hijo Constantino que pasó a educarse en el palacio junto a su padre y donde se reveló como un fantástico organizador y estratega.

Muerto Constancio Cloro en el 306, Constantino decide llevarse a su madre a vivir con él a la corte de Tréveris. En esta época aún no hay certeza histórica de que su madre fuera cristiana. Sí, cuando --por testimonio de Eusebio de Cesarea-- aparezca sobre el sol el signo de la cruz con motivo de la batalla de Saxa Rubra y la leyenda «con este signo vencerás» que dio el triunfo a Constantino y lo hizo único emperador de Roma, en el 312.

Aunque el emperador retrasará su bautismo hasta la misma muerte, es complaciente con la condición de cristiana que tiene su madre que daba sonados ejemplos de humildad y caridad. Incluso parece descubrirse la influencia materna tras el Edicto de Milán que prohibía la persecución de los cristianos y los edictos posteriores que terminan vetando el culto a los dioses lares. Agasaja a su madre haciéndola augusta, acuña monedas con su efigie y le facilita levantar iglesias.

Follis de la emperatriz Elena (2,7 gr. / 18-20 mm.). Anverso: FL(avia) HELENA AVGVSTA. Reverso: SECVRITAS REIPVBLIC(a)E. Exergo: S(acra) M(oneta)K(yzicus) A · (RIC VII 39; Cayón 7; Cohen 12)
En el 326 Elena está con su hijo en Bizancio, a orillas del Bósforo. Aunque se aproxima ya a los setenta años alienta en su espíritu un deseo altamente repensado y nunca confesado, pero que cada día crece y toma fuerza en su alma; anhela ver, tocar, palpar y venerar el sagrado leño donde Cristo entregó su vida por todos los hombres. Organiza un viaje a los Santos Lugares en cuyo relato se mezclan todos los elementos imaginables pertenecientes al mundo de la fábula por tratarse del desplazamiento de la primera dama del Imperio a los humildes a lejanos lugares donde nació, vivió, sufrió y resucitó el Redentor. Pero aparte de todo lo que de fantástico pueda haber en los relatos, fuentes suficientemente atendibles como Crisóstomo, Ambrosio, Paulino de Nola y Sulpicio Severo refieren que se dedicó a una afanosa búsqueda de la Santa Cruz con resultados negativos entre los cristianos que no saben dar respuesta satisfactoria a sus pesquisas. Sintiéndose frustrada, pasa a indagar entre los judíos hasta encontrar a un tal Judas que le revela el secreto rigurosamente guardado entre una facción de ellos que, para privar a los cristianos de su símbolo, decidieron arrojar a un pozo las tres cruces del Calvario y lo cegaron luego con tierra.

Las excavaciones resultaron con éxito. Aparecieron las tres cruces con gran júbilo de Elena. Sacadas a la luz, sólo resta ahora la grave dificultad de llegar a determinar aquella en la que estuvo clavado Jesús. Relatan que el obispo Demetrio tuvo la idea de organizar una procesión solemne, con toda la veneración que el asunto requería, rezando plegarias y cantando salmodias, para poner sobre las cruces descubiertas el cuerpo de una cristiana moribunda por si Dios quisiera mostrar la Vera Cruz. El milagro se produjo al ser colocada en sus parihuelas sobre la tercera de las cruces la pobre enferma que recuperó milagrosamente la salud.

Tres partes mandó hacer Elena de la Cruz. Una se trasladó a Constantinopla, otra quedó en Jerusalén y la tercera llegó a Roma, donde se conserva y venera en la iglesia de la Santa Cruz de Jerusalén.

No han faltado autores que atribuyan a la fábula el hecho de la invención por Elena basándose principalmente en que no hay noticia expresa de tamaño acontecimiento hasta un siglo después. Ciertamente es así, pero lo resuelven otros estudiosos afirmando que la fuente histórica que relata los acontecimientos es el historiador contemporáneo Eusebio de Cesarea al que en su Vita Constantini sólo le interesan los acontecimientos realizados por Constantino, bien porque sigue los cánones de la historia contemporánea, o quizá porque sólo le interesa adular a su anfitrión.

Murió Elena sin que sepamos el sitio ni la fecha. Su hijo Constantino dispuso trasladar sus restos con gran solemnidad a la Ciudad Eterna y parte de ellos se conservan en la iglesia Ara Coeli, dedicada a Santa Elena, la mujer que dejó testimonio tangible y visible en unos maderos del paso salvador por la tierra de Jesús, el Hijo de Dios encarnado.

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domingo 13 de julio de 2008
Dos villas romanas localizadas cerca de Trujillo
Esta mañana, leo en el periódico HOY la siguiente noticia:«Hallan restos de dos villas romanas en las obras de la autovía a Trujillo»Al parecer, han sido localizadas a la altura de Plasenzuela y Santa Marta de Magasca, una zona en la que, por otra parte, son abundantes los testimonios arqueológicos, no sólo de época romana. Las obras de la autovía que unirá Cáceres con Trujillo cuentan con su preceptivo seguimiento por parte de una empresa de arqueología, que en caso de que apareciesen restos, como en esta ocasión, deberá emitir su respectivo informe que, a su vez, sería valorado por los técnicos de la Dirección General de Patrimonio. Según se dice en la prensa, los restos de ambas villas «son de muy escasa entidad y no existen elementos significativos y dignos de ser resaltados». Al parecer, no se han hallado estructuras que evidencien la existencia de un área residencial, sino que la mayor parte de los restos encontrados parece que tengan que ver sobre todo con la actividad agraria. Tras su excavación y posterior estudio, el informe definitivo quizá arroje más luz sobre estos descubrimientos.

Estas dos villas localizadas cerca de Trujillo no suponen nada excepcional, por aquella zona y también en los alrededores de Cáceres abundan los restos de lo que en época romana fueron explotaciones agropecuarias, algunas más importantes que otras, parecidas a los cortijos de hoy en día. Mucha gente no sospecha de su emplazamiento y ni siquiera sabe de su existencia, pues en la mayor parte de los casaos estas villae no han sido objeto de una excavación sistemática ni se han realizado estudios pormenorizados sobre ellas. También suelen encontrarse en zonas de difícil acceso, en el interior de fincas y propiedades privadas, lo que en principio se puede pensar que favorecería su conservación, aunque en muchas ocasiones son víctimas de los expoliadores o de los latrocinios urbanísticos. En los alrededores de Cáceres, podemos encontrar algunas de estas villas muy cerca de Aldea Moret, en la zona del barrio de San Blas y el Seminario, en Los Barruecos, en el Monte del Casar… En todo caso, yacimientos que tras una excavación completa y un riguroso estudio, se podría estimar ponerlos en valor y, mediante una difusión adecuada, servir de foco de atracción turística. Ahí queda dicho.

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martes 13 de mayo de 2008
Simbología fálica
En el último número del boletín Foro, que edita el Consorcio de la ciudad monumental de Mérida, se da noticia del hallazgo en el transcurso de unas obras que se vienen realizando en la calle Publio Carisio, de un bloque de granito semicircular que pudo haber servido de guardacantos, es decir, de «elemento protector de las esquinas de los edificios frente al tráfico rodado de las vías públicas». La singularidad de esta pieza estriba en que presenta tallado un miembro viril en uno de sus lados.Las representaciones fálicas estaban muy extendidas en el mundo romano, y en Mérida hay múltiples ejemplos de ellas. Ahora mismo recuerdo un relieve parecido al que se acaba de localizar, en el lienzo de muralla hay en la zona de Morerías. Aparte, los penes también aparecen en objetos de bisutería, como colgantes y anillos, que se pueden ver en cualquier museo.La simbología fálica tenía un sentido protector --apotropaico, que le llamarían los antropólogos--, y, por lo general, se piensa que «se vinculaba a la protección sobre las influencias negativas que podía provocar el mal de ojo». Sin embargo, en Pompeya también se han encontrado representaciones parecidas a ésta de Mérida, en los muros adyacentes a vías públicas, por lo que algún ingenioso ha interpretado que podría tratarse de una especie de indicador que señalara el camino hacia el prostíbulo más cercano.

Representación de un miembro masculino en un ladrillo encontrado en Pompeya. Le acompaña la inscripción HIC · HABITAT / FELICITAS
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jueves 24 de abril de 2008
Cáceres según Antonio Ponz
Ayer por la tarde me acerqué al Gran Teatro, donde un año más tenía lugar una maratón de lectura para celebrar el Día del Libro. Ininterrumpidamente, la gente pasaba por el vestíbulo y disponía unos minutos del micrófono para declamar sus textos favoritos. Yo me decidí por los versos de uno de los mejores poetas que considero nos ha regalado esta tierra: Antonio Machado. Primero leí «El crimen fue en Granada», para así matar dos pájaros de un tiro (qué expresión más desafortunada), y recordar también a mi admirado García Lorca. El otro poema fue «El mañana efímero», y supongo que a más de uno de los que en aquel momento transitaban por la calle, les sonaría raro escuchar por los altavoces tantas veces repetido el nombre de nuestro país. Sólo espero que no provocara ninguna taquicardia.Después de leer, arramblé con todos los libros que pude, de los que regalaban por haber participado en el acto. Como me gusta cultivar el sentido del humor me llevé para casa algunas comedias clásicas: el Pluto de Aristófanes, Las Bacantes de Eurípides y El Persa de Plauto. Después cogí el libro de Manuel Floriano sobre la Cofradía de la Vera Cruz, creo que para recordarme que todavía tengo pendiente terminar de escribir y publicar mi trabajo sobre otra cofradía cacereña: la de la Soledad. Y para terminar, también «me regalaron» los dos volúmenes recientemente reeditados de las crónicas viajeras de Antonio Ponz, titulados Viajar por Extremadura. En realidad se trata de los tomos séptimo y octavo de su obra Viage de España, escrita en 1772 y cuya segunda edición, que es la que aquí se reproduce, es de 1784. Este libro ya lo consulté cuando estudiaba las inscripciones romanas que luego recogí en mi Paseo epigráfico, pero no viene mal tenerlo a mano para cualquier consulta que necesite hacer en un futuro. Como curiosidad, a continuación copio algunas líneas en las que el viajero ilustrado describe la entonces villa de Cáceres, a su paso por ella en dirección a Mérida:Cáceres me ha parecido uno de los mayores, y mejores pueblos de Extremadura, habitado de mucha nobleza; y es de creer tenga, como dicen, mil y seiscientos vecinos: su situación es en parage algo eminente, y por diferentes títulos ventajoso. Hay en Cáceres quatro parroquias, dos conventos de Frayles, y cinco de Monjas. Las parroquias son las de Santa María, la de S. Mateo, la de Santiago, y la de S. Juan; todas ellas construidas a la gótica (…).
No faltan rastros de antigüedad en Cáceres, que en tiempo de los Romanos se llamó Castra Caecilia, colocada por Plinio entre los pueblos contribuyentes de la Lusitania. Se cree la fundase Cecilio Metelo, fundador igualmente de Medellín, una de las colonias de la Lusitania, que fueron Mérida, cabeza de las demás, Medellín, Badajoz, Alcántara, Truxillo y Santarem, cuyos nombres se tiene por sentado corresponden á Emerita Augusta, Pax Augusta, Norba Caesarea, Castra Iulia, y Scalabis.
(A. Ponz: Viage de España, 1784; tomo VIII, carta tercera, 6-10, págs. 87-90)
Adviértase que a Norba se la identifica con Alcántara, y Trujillo, en vez de Turgalium, es Castra Iulia, una ciudad cuyo emplazamiento correcto no ha podido ser localizado hasta la fecha.

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miércoles 9 de abril de 2008
Viriato
ViriatoSe a alma que sente e faz conhece Só porque lembra o que esqueceu, Vivemos, raça, porque houvesse Memória em nós do instinto teu.Nação porque reencarnaste, Povo porque ressuscitou Ou tu, ou o de que eras a haste — Assim se Portugal formou.Teu ser é como aquela fria Luz que precede a madrugada, E é ja o ir a haver o dia Na antemanhã, confuso nada.(Fernando Pessoa, Mensagem)
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lunes 31 de marzo de 2008
Una inscripción de Cáparra
En la exposición titulada En delicada forma…, que estos días se puede visitar en el Museo de Cáceres, en una de las vitrinas se muestra el siguiente fragmento de un ara votiva de mármol, procedente de las excavaciones llevadas a cabo en la ciudad romana de Cáparra en el año 2001.

Dimensiones: 13 x 10 cm.Tamaño de la letras: 1,5 cm.N.º de inventario: D-7057Trazo de las letras recto y grabadas a bisel. Interpunciones triangulares.Inédita.L(ibens) · A(nimo) · S(olvit) / EX / [- - - - - -]«Lo cumplió con agrado y por su propia voluntad (…)»En la parte superior presenta un pequeño foculus (orificio), que seguramente habría servido para sostener una pequeña vela o cirio. La preposición EX seguida de un sustantivo en ablativo, indica el motivo de la ofrenda: ex visu, porque ha tenido una visión o se le ha aparecido el dios; ex iussu, por encargo de otra persona; ex testamento, en cumplimiento de un testamento… En esta inscripción en concreto, podemos suponer que fue dedicada por alguna de estas causas, pero desconocemos, porque falta en el fragmento que se ha perdido, tanto el nombre del donante como de la divinidad a la que iba dirigida.La exposición «En delicada forma. 75 años del Museo de Cáceres en la Casa de las Veletas» se puede visitar hasta el 13 de abril en la Casa de los Caballos,
de martes a sábados: 9,00 - 14,30
domingos: 10,15 - 14,30
(entrada gratuita)
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sábado 22 de marzo de 2008
Cincinato
Ya he hablado en otra ocasión de la exposición que estos días se puede visitar en el Museo de Cáceres y que rememora sus 75 años de historia en la Casa de las Veletas. Al final del recorrido de la exposición podemos ver en una pantalla una recreación virtual de cómo era una sala del Museo en los años cincuenta. Llama la atención que las vitrinas, repletas de piezas arqueológicas de la índole más variada, se mezclaran con cuadros colgados de las paredes, también de muy distintas épocas. Si nos fijamos bien, podemos comprobar que algunos de esos cuadros ya no se encuentran en el Museo: unos están expuestos hoy día en la Casa Pedrilla, pues son propiedad de la Diputación, mientras que otros se corresponden con depósitos que en su día realizó el Museo del Prado, pero que a mediados de los ochenta se devolvieron a la pinacoteca, ya que existían dificultades para garantizar su perfecta seguridad y conservación.
Uno de estos cuadros es el siguiente, una obra maestra del neoclasicismo español, que sorprende que durante tantos años estuviese expuesto en un modesto museo de provincias, sin que hubiese llamado la atención ni de los técnicos del Prado, que autorizaron el depósito, ni de los visitantes del museo, que seguramente desconocían la trascendencia artística de la obra que tenían ante sus ojos.

Juan Antonio Ribera y Fernández (1779-1860)Cincinato abandona el arado para dictar leyes a Roma (c. 1806)Óleo sobre lienzo (160 x 215 cm.)Colección Real del Museo del Prado

Juan Antonio Ribera es quizá el pintor más representativo del neoclasicismo español, movimiento que no tuvo un desarrollo muy notable ni llegó a adquirir una identidad propia en nuestro país. Fue discípulo de Francisco Bayeu --el cuñado de Goya--, y muy pronto marchó a París, donde trabajó a las órdenes del mejor maestro que pudo encontrar: Jacques Louis David. De esta etapa parisina parece que puede proceder el cuadro que ahora nos ocupa. Después sería pintor de cámara de Carlos IV, durante el tiempo que a familia real pasó exiliada en Roma, y más tarde lo fue de su hijo, Fernando VII, y de su nieta, Isabel II, ya que gozó de una larga vida, durante la cual trató de mantenerse fiel a los postulados clasicistas, de pureza de las líneas y proporción en las formas, que aprendió en Francia.El personaje que da título a la obra es quizá uno de mis favoritos de la Historia de Roma. Lucio Quincio Cincinato (519-439 a.C.) fue considerado, además de un héroe de la República, el arquetipo que resumía las principales virtudes romanas: austeridad, integridad moral y genio político y militar. Alcanzó el consulado en el 475 a.C., pero sus continuos desacuerdos con los tribunos de la plebe --algo parecido a los sindicalistas de hoy en día-- le condujeron a acabar aburrido de la vida pública y desencantado con la política. Por ello decidió retirarse al campo para dedicarse a las labores agrícolas, que era lo que en el fondo anhelaba cualquier romano pudiente de la época. Pero la tranquilidad y el sosiego no le duraron mucho al bueno de Cincinato, pues apenas había pasado un año cuando una delegación del Senado fue a buscarle para convencerle de que se hiciera cargo del ejército romano, que a duras penas trataba de impedir la invasión de los ecuos y los volscos. Según se cuenta, Cincinato estaba con las manos en el arado cuando se le presentaron los senadores. Se le otorgaron poderes absolutos y se le nombró dictador, y con esas venció a los invasores en apenas dieciséis días. Después rechazó todos los honores que le ofrecieron tras la victoria y regresó a su finca, donde siguió arando por donde lo había dejado (T. Liv., III, 25-29). Tito Livio nos cuenta que, cuando ya había cumplido los ochenta años, el Senado nombró dictador por segunda vez a Cincinato, en esta ocasión para que hiciera frente a las maquinaciones conspiratorias de Espurio Melio (T. Liv., IV, 13-15). La capital del estado norteamericano de Ohio, Cincinnati, recibe su nombre de este héroe de la Antigüedad, pues su virtud patriótica sirvió de ejemplo e inspiración a los promotores de la independencia de los EEUU.La exposición «En delicada forma. 75 años del Museo de Cáceres en la Casa de las Veletas» se puede visitar hasta el 13 de abril en la Casa de los Caballos,
de martes a sábados: 9,00 - 14,30
domingos: 10,15 - 14,30
(entrada gratuita)
Escrito por Antonio Norbano a las 15:58 0 comentarios
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viernes 21 de marzo de 2008
La película de la semana: "La vida de Brian"
Otro clásico de la Semana Santa. La comedia más desternillante de los Monty Python, una versión poco piadosa y bastante irreverente de las cintas de cine histórico. A Brian, un desgraciado que ha tenido la mala suerte de nacer en Judea en el siglo primero, todo el mundo le confunde con el Mesías. Todos creen ver en él al salvador que les liberará del yugo de los romanos, pero una vez más los proyectos revolucionarios fracasan y el líder por aclamación popular termina con sus huesos donde antes lo hicieran otros: en el madero.
Mi escena favorita es en la que a Brian le encargan hacer una pintada antiimperialista en la fachada del palacio de Poncio Pilatos. Sin embargo, he preferido elegir la del final de la película --perdonadme los que no la hayáis visto--, porque seguramente sea la más famosa, cuando el dramatismo de la ejecución del protagonista adquiere tintes de musical.

Escrito por Antonio Norbano a las 11:26 2 comentarios
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domingo 16 de marzo de 2008
El palacio de Augusto
Nada menos que veinte años han durado los trabajos de restauración que han permitido recuperar algunas estancias de la residencia de los primeros emperadores romanos. El complejo comenzó a edificarse antes de que Octavio Augusto fuera proclamado emperador por el Senado en el 27 a. C. y se situaba sobre la ladera de la colina del Palatino. Las habitaciones recuperadas son las que se encuentran alrededor del peristilo y en ellas destacan los magníficos frescos que recubren las paredes, los únicos que se conservan de la época.http://www.elpais.com/articulo/cultura/Reabre/casa/fundador/imperio/romano/elpepucul/20080309elpepucul_1/Tes




Mientras nos hacemos ilusiones de poder escaparnos un fin de semana a Roma para visitar los restos, tendremos que conformarnos con el siguiente fragmento de la serie de televisión Yo, Claudio, que se desarrolla precisamente en una estancia del palacio imperial de Augusto, fielmente recreado de acuerdo con los conocimientos que durante años han ido aportando los arqueólogos. La escena transcurre en el momento en que le comunican a Augusto que sus legiones de Germania, comandadas por Quintilio Varo, habían sido aniquiladas tras una emboscada tendida por la tribu de los queruscos en el bosque de Teutoburgo. Era el mes de septiembre del año 9 d.C. y el suceso afectó de tal manera al emperador que, de vez en cuando, durante el resto de su vida, no pararía de repetir: «¡Varo, Varo, devuélveme mis legiones!» (Suet., Aug., XXIII).

Escrito por Antonio Norbano a las 21:26 1 comentarios
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viernes 14 de marzo de 2008
La película de la semana: "Quo vadis?"
Para esta Semana Santa no podemos prescindir de la película más importante del género «de romanos». Junto a Ben-Hur es una de mis favoritas, y si tengo ocasión, como seguramente la repitan durante estas vacaciones, volveré a verla por enésima vez. Rodada en 1951, su director, Mervyn LeRoy, había alcanzado la fama muchos años antes, por haber dirigido junto a Victor Fleming otra obra maestra del cine: El mago de Oz.
Quo vadis? está basada en la novela del mismo nombre del polaco Henryk Sienkiewicz, escrita en 1896. En ella se narran las dificultades por las que atraviesa Marco Vinicio, un distinguido general romano, que se enamora perdidamente de Ligia, una apuesta joven de familia patricia que, sin embargo, guarda un secreto: se ha convertido al cristianismo. La acción transcurre durante el reinado de Nerón y sirve de excusa para describir la primera persecución a la que se vieron sometidos los cristianos, que fueron acusados de haber incendiado Roma; cuando lo cierto es que el responsable de tal acción había sido el propio emperador, hoy día sabemos que lo hizo porque tenía la intención de recalificar los barrios que quedaron calcinados. Tras dos mil años algunas estrategias siguen funcionando y nos resultan extrañamente familiares.
Destaca la brillante interpretación de Peter Ustinov, en el papel de Nerón. La escena que traigo a continuación es quizá la más conocida: cuando el esclavo Ursus se enfrenta a un toro bravo en la arena del anfiteatro, y con su descomunal fuerza logra descoyuntarlo, salvando así de una muerte segura a su señora, la joven Ligia.

Escrito por Antonio Norbano a las 11:15 3 comentarios
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jueves 13 de marzo de 2008
Némesis
Esta va a ser la última entrada que le dedique a Roma, la serie de televisión. En uno de los capítulos, no recuerdo en cuál, Tito Pullo jura algo por la diosa Némesis. Copio literalmente lo que Pierre Grimal dice sobre ella:Némesis (Νέμεσις) es a la vez una divinidad y una abstracción. Como divinidad se le atribuye un mito: amada por Zeus, Némesis, que es una de las hijas de Nix (la Noche), trata de rehuir los abrazos del dios. Para ello, adopta mil formas distintas y acaba metamorfoseándose en oca. Pero Zeus se transforma en cisne y se une a ella. Némesis puso un huevo, que unos pastores recogieron, dándolo a Leda. De este huevo nacieron Helena y los Dioscuros. Esta leyenda guarda relación con el valor simbólico de Némesis: Némesis personifica, en efecto, la «Venganza divina» --a veces la divinidad que, como las Erinias, castiga el crimen, pero, con más frecuencia, el poder encargado de suprimir toda «desmesura», como, por ejemplo, el exceso de felicidad en los mortales, el orgullo de los reyes, etc.--. Es una concepción fundamental del espíritu helénico: todo cuanto sobresale de su condición, tanto en bien como en mal, se expone a las represalias de los dioses. Tiende a trastornar el orden del universo, a poner en peligro el equilibrio universal; por eso debe castigarse si se quiere que el mundo siga tal como es. De este modo, Creso, demasiado feliz por sus riquezas y su poder, es arrastrado por la Némesis a su expedición contra Ciro, expedición que acaba por ser su ruina.
En Rammunte, pequeña ciudad del Ática situada a poca distancia de Maratón, en la costa del estrecho que separa Ática de Eubea, Némesis tuvo un santuario famoso. La estatua de la diosa era obra de Fidias, tallada en un bloque de mármol de Paros traídos por los persas, quienes lo destinaban a erigir un trofeo después que hubiesen tomado Atenas. Habíanse mostrado demasiado seguros de su victoria (signo de desmesura), y jamás conquistaron Atenas. La Némesis de Rammunte había suscitado el ejército ateniense de Maratón.
(P. Grimal, Diccionario de mitología griega y romana, Paidós, 2006, p. 375)

Gheorge Tattarescu (1820-1894)Némesis, 1853152 x 102 cm.Museo Municipal de Bucarest
La verdad es que no existe unanimidad sobre la genealogía de Némesis: para Hesíodo (Teog., 233; Trab. y días, 200) es hija de la oscuridad y la noche (Érebo y Nix), mientras que Pausanias afirma que lo era de Océano (Descr., I, 33, 2-3 y 7-8) o Eurípides cree que su padre era el mismo Zeus. Se la suele representar con alas, con una corona y, a veces, un velo que le cubre la cabeza. En algunas ocasiones también lleva una rama de manzano en una mano y una rueda en la otra.

Representación de Némesis. Roma, siglo II d. C.

En Roma, a Némesis se la continuó considerando como una personificación del sentimiento moral, reprobador de toda violencia y todo exceso. Pero aparte de ser el instrumento de la cólera divina, también se la identificó con los dioses infernales (los Manes). Por eso, en una de las habitaciones del anfiteatro de Mérida, concretamente en una situada al lado del corredor sur, se piensa que pudo existir una especie de santuario en donde los gladiadores se encomendaban a la diosa Némesis antes de salir a la arena. Esta hipótesis está avalada por la inscripción que allí se encontró, pintada sobre el enfoscado de la pared, y que se puede ver en el Museo Nacional de Arte Romano.
Deae · Invictae / Caelesti · Nemesi / M(arcus) · Aurelius · F+++(?) / Roma ·
v(otum) · s(olvit) · a(nimo) · l(ibens)«A la diosa invicta, la celestial Némesis. Marco Aurelio, de Roma, cumplió este voto con agrado y de buen ánimo»Por cierto, esta Semana Santa estrenan la segunda temporada de Roma. Espero que los que no la hayáis visto todavía disfrutéis tanto como con la primera. En la Cuatro, todos los jueves a partir del día 20 de marzo, a las 22:15 horas.

Memento histórico de lo que parece ser el derribo de un muro.

Filmografía Cavecana. Al filo de lo espiralizable ( falvo en calve)